El mercado de fichajes sigue movido, y una noticia importante llega desde Francia y Rusia. El centrocampista brasileño Douglas Augusto, que ha sido una pieza clave en el FC Nantes durante las últimas dos temporadas, ha oficializado su traspaso al FK Krasnodar. Ambos clubes han confirmado la operación que lleva al jugador de 28 años al fútbol ruso.
La marcha de Augusto representa un golpe significativo para `Les Canaris`. Durante su estancia en La Jonelière (el centro de entrenamiento del Nantes), el mediocentro se ganó la reputación de ser uno de los jugadores más consistentes y fiables del equipo. Su capacidad para recuperar balones y distribuir el juego le convirtió en un pilar fundamental en el esquema del entrenador, aportando equilibrio y solidez al centro del campo.
Esta salida se suma a la reciente partida de Pedro Chirivella al Panathinaikos, dejando un vacío importante en la medular del Nantes que el club deberá gestionar con urgencia antes del cierre del mercado. Es una situación que, con cierta ironía, convierte una de las zonas más fiables del equipo en un área de incertidumbre.
Según las informaciones, la operación se ha cerrado en torno a los 6.5 millones de euros. Una cifra considerable, especialmente si se tiene en cuenta que el brasileño tenía contrato con el club francés hasta 2027, lo que subraya el interés y el esfuerzo económico del Krasnodar por hacerse con sus servicios.
Douglas Augusto deja el Nantes tras disputar 57 partidos y anotar 4 goles en sus dos temporadas. Estas cifras, aunque no lo sitúan como un goleador, sí reflejan su participación activa y ocasional llegada al área, demostrando que su rol iba más allá de ser un mero ancla en el centro del campo.
Para el FK Krasnodar, la incorporación de Douglas Augusto supone un refuerzo de peso para su centro del campo. El club ruso demuestra actividad en el mercado, buscando jugadores que aporten experiencia y calidad, y el perfil de Augusto encaja precisamente en esa descripción, sumando músculo y criterio a su plantilla.
En definitiva, un movimiento que cambia el panorama para ambos clubes: el Nantes pierde un baluarte fiable que ahora deberá reemplazar, mientras que el Krasnodar suma experiencia y calidad a su plantilla con un jugador probado en una liga de primer nivel como la francesa. Un adiós esperado por el club ruso, pero quizás no tan deseado por la afición `canaria` que veía en Augusto una garantía en el campo.