Alessandro Buongiorno, una pieza clave en el Napoli de Antonio Conte, equipo que lucha por el Scudetto junto a Inter y Atalanta, concedió una entrevista donde habló sobre varios temas, incluyendo sus ídolos de infancia y anécdotas personales.
Fabio Cannavaro lo considera un defensor italiano excepcional con gran instinto para el peligro. Buongiorno comentó: "Que lo diga uno de mis ídolos es un gran orgullo. De niño veía jugar a Cannavaro, Nesta y Maldini e intentaba imitarlos. Todavía me inspiran. Intento estar siempre atento. Un defensor debe ser pesimista al marcar, anticipando que su rival puede hacer jugadas increíbles".
Sobre su primer contacto con el fútbol, relató: "En primaria practicaba natación, pero decidí unirme a mis compañeros en el entrenamiento de fútbol. Quería estar con ellos. Como era el más alto, me pusieron de portero. Pero duré poco, mi madre decía que pasaba mucho frío parado y el entrenador tuvo que cambiarme de posición. Todavía hoy mi madre me llama para que tenga cuidado con todo. Nunca dejamos de ser niños para ellas. Aunque ahora vivo solo en mi casa en Posillipo".
Buongiorno habló sobre el espíritu del grupo en el Napoli: "Somos un equipo fuerte, tenaz y determinado. Nunca nos rendimos. Nada es casualidad, hemos llegado a este nivel entrenando duro y concentrándonos partido a partido. Todos quieren mejorar, nadie se conforma. ¿Inter y Atalanta? Son equipos muy fuertes, pero nosotros solo nos preocupamos por nosotros mismos".
También destacó la influencia de Antonio Conte: "Lo conocí por casualidad en junio, el día de mi cumpleaños. Desde entonces hablamos mucho sobre el Napoli y entendí que era el único equipo por el que dejaría el Torino. Conte es un técnico que siempre te motiva, tiene carisma y versatilidad. Siempre encuentra las palabras correctas y transmite sus cualidades técnicas y tácticas en cada entrenamiento".
Finalmente, Buongiorno habló sobre los delanteros que ha enfrentado: "Hay muchos fuertes, como Retegui y Kean que están conmigo en la selección. Pero Lukaku era el que más ansiedad me generaba. Cada vez que lo enfrentaba con el Torino sabía que sería difícil. Cuando nos reencontramos en Castel Volturno me alegré, y creo que él también se alegró de no tener que marcarme más".