Cuenta regresiva. Empecemos con la cuenta regresiva, que será larga: menos 11 partidos de liga para el final de esta lenta agonía. Desafortunadamente, creo que el pensamiento de muchos aficionados rossoneri es este: cuánto falta para el final de esta temporada. Es una temporada terrible, no ves la hora de que termine, pero no tienes la certeza de que luego se reiniciará con el pie derecho, en el camino correcto, con las mejores decisiones.
El partido de ayer tuvo una primera parte vergonzosa, inaceptable a ciertos niveles. El ambiente no era favorable, pero nunca debe convertirse en una excusa. Si se ha llegado a esto es porque se han cometido demasiados errores y hoy se está en un punto de no retorno.
Si se mira la clasificación, es un golpe al corazón (no es que hasta ayer fuera mucho mejor): ver al Milan noveno en la clasificación, por debajo de la Roma que ha tenido tantos problemas y justo por encima del Udinese, duele mucho, mucho. La perspectiva es llegar con resignación al final, sin objetivos. Por eso, cambiar a Conceicao sería paradójicamente inútil: ¿para qué tomar un entrenador interino? ¿Para llevar al equipo sin objetivos? La Copa de Italia es un tema aparte.
Situación fruto de decisiones equivocadas en verano. El emblema es que el Milan hoy esté buscando un director deportivo: en marzo sin un ds, hay algo que no va bien. Hay mucho que no va bien, empezando por la directiva. La esperanza es que Cardinale se haya dado cuenta de que seguir adelante con esta estructura no está bien. Quien se equivocó debe ser destituido. Y no basta con un director deportivo: incluso un buen ds insertado en esta estructura corre el riesgo de fracasar. Es necesario hacer limpieza en la directiva, esperemos que Cardinale haya llegado a esta conclusión.
No hay límite para lo peor, nos estamos dando cuenta. Ayer, en el final, tras encontrar el empate con un hombre menos, se podía ver el vaso medio lleno. Conceicao debería haberse conformado, habría interrumpido la racha negativa de derrotas: y en cambio, al intentar ganarlo, lo perdió. Evaluación, en este momento, equivocada. Menos 11: aficionados rossoneri, aguantemos.