El Inter tiene un problema. El gol de Billing en el minuto 87 de un partido que el equipo de Simone Inzaghi estaba ganando con dificultad, en una situación de emergencia por lesiones, impidió lo que podría haber sido un intento de escapada casi decisivo por el Scudetto. Esto ha vuelto a poner de actualidad un tema recurrente en el Inter, que podría comprometer su campaña en la liga: la tendencia a encajar goles en el último cuarto de hora de los partidos, con 10 de los 25 goles totales recibidos en este periodo. Esto señala una falta de frescura física general y, posiblemente, una gestión cuestionable de los cambios y la plantilla por parte del entrenador.
Además, el Inter ya ha sufrido cuatro remontadas en este campeonato desde situaciones de ventaja, perdiendo unos 8 puntos. Estos puntos podrían ser cruciales en la lucha a tres bandas con el Napoli y el Atalanta por el título en mayo. Este defecto estructural también se evidenció en la Champions League, en su única derrota ante el Bayer Leverkusen (que no impidió su pase a octavos de final), y en la final de la Supercopa de Italia contra el Milan, que remontó un 1-2 en la fase final del partido con goles de Pulisic y Abraham. ¿La razón? Ciertamente, un bajón general en la condición física de un equipo que, bajo la dirección de Inzaghi, siempre ha rendido mejor en los primeros dos tercios del partido, pero que a la larga ha pagado el precio de una táctica muy exigente, especialmente para los carrileros y los centrocampistas. Esto ha provocado un retroceso del centro de gravedad y el riesgo de atraer demasiado a los rivales al área de penalti.
A esto también han contribuido en ocasiones las sustituciones del entrenador nerazzurro y el escaso impacto de varios suplentes. Ayer fue el caso de Correa y Frattesi, jugadores que luchan por tener oportunidades como titulares y que, especialmente en el caso del argentino, entre problemas físicos y de confianza, han tenido muy pocos minutos esta temporada. Esto ocurrió al final de una semana en la que Arnautovic, tras su buena actuación en la Copa de Italia contra la Lazio, parecía estar en mejores condiciones. Y, hablando de los cambios realizados por Inzaghi en Nápoles, Fabio Capello expresó su opinión de manera muy clara en las páginas de La Gazzetta dello Sport: “Vi un poco de confusión ayer, el Inter parecía perdido. Y los cambios no me convencieron: Inzaghi prefirió meter a Correa por Thuram, dejando en el banquillo a Arnautovic que venía del golazo contra la Lazio y estaba en un momento de gran euforia. Frattesi entró a diez minutos del final, pero su dinamismo habría sido útil antes para cambiar la inercia de una segunda parte demasiado pasiva. Y luego la salida de Bastoni: me dejó perplejo y al jugador tampoco parecía muy contento, viendo las imágenes de televisión”.