El Arsenal está teniendo dificultades ofensivas esta temporada. A pesar de estar en la pelea por el título, el equipo de Mikel Arteta luce menos amenazante que en años anteriores. Sus máximos goleadores en la Premier League son Bukayo Saka y Kai Havertz con solo 5 goles cada uno en 15 partidos.
Lo más preocupante es el bajo rendimiento del lado izquierdo del ataque, con Leandro Trossard y Gabriel Martinelli anotando apenas 3 goles cada uno. Sin embargo, lo más desconcertante es que Arteta fichó en verano a uno de los mejores extremos goleadores de la historia de la Premier League, pero apenas lo está utilizando.
Se trata de Raheem Sterling, quien ha jugado solo 356 minutos en 10 partidos, marcando un gol y dando dos asistencias. Por alguna razón, Arteta no confía en su ex compañero del Manchester City, lo que hace que su fichaje parezca un error o una “absoluta pérdida de tiempo y dinero” según algunos críticos.
Si Sterling va a seguir teniendo un papel tan menor por el resto de la temporada, el Arsenal debería considerar cancelar su cesión en enero. No es bueno para la moral del equipo tener a un jugador de su calibre sentado en el banquillo cada partido.