Benfica 1-1 Rio Ave: ¿Un Regreso al Pasado que Nadie Quería en la Era Mourinho?

Cuando José Mourinho tomó las riendas del Benfica, la afición soñaba con un resurgir inmediato. La promesa de la “chispa” del “Special One” encendiendo de nuevo el Estadio da Luz llenó de expectación a Lisboa. La victoria inaugural parecía confirmar este anhelo de cambio. Sin embargo, el reciente empate 1-1 ante el Rio Ave ha traído de vuelta un fantasma que los “encarnados” creían haber desterrado: la inconsistencia en casa y la frustrante pérdida de puntos. ¿Es este un simple tropiezo aislado o un eco preocupante de un pasado demasiado reciente?

El Partido: Un Guion Familiar y Amargo

La noche en Da Luz se perfilaba para ser una reafirmación del nuevo ciclo. Pero el primer tiempo ofreció un fútbol escaso en ideas y oportunidades, una secuencia que replicaba, con preocupante exactitud, el deslucido empate contra el Santa Clara semanas atrás. El Benfica, bajo la batuta de Mourinho, sigue mostrando una dualidad inquietante: una primera mitad a menudo apática y predecible, seguida de un segundo tiempo donde la reacción se produce, se toma la ventaja, solo para verla esfumarse en los instantes finales. Es como un reloj que, a pesar de cambiar de dueño, insiste en marcar la misma hora.

El gol tardío del Rio Ave no solo significó dos puntos perdidos, sino también un doloroso recordatorio de vulnerabilidades que persisten. Un guion que, para la afición, es tan familiar como indeseado.

Mourinho: El Dedo Acusador y el Veredicto del VAR

Al finalizar el encuentro, José Mourinho, fiel a su estilo inconfundible, no se anduvo con rodeos. Admitió que los primeros 45 minutos fueron “mal conseguidos” por su equipo, pero no dudó en señalar a la “arbitraje” como un factor determinante en el resultado. El centro de la polémica fue un gol anulado al Benfica tras la intervención del VAR, debido a un “ligero pisotón” de Otamendi a un rival. “El juego fue lo que el Rio Ave quiso y el árbitro permitió. Si esto es el nuevo fútbol, no me gusta”, sentenció el técnico, encendiendo de nuevo el debate sobre la tecnología y su impacto en la esencia del juego. Un clásico de Mourinho: la culpa es de otros, nunca del todo propia.

Más allá de la razón o la pasión en sus quejas, la realidad es que el “dedito” que Mourinho prometió para moldear al equipo aún no ha sido suficiente para cambiar el resultado final en situaciones cruciales en casa. Una situación que, para muchos, es un inquietante déjà vu de lo vivido con su predecesor, Bruno Lage, y que demuestra que ni siquiera “The Special One” tiene una varita mágica para borrar los viejos fantasmas de un plumazo.

Figuras Destacadas: Luces y Sombras en el Campo

Sudakov: El Goleador Silencioso que Brilla con Luz Propia

Si hay un nombre que se repite con una nota positiva en este inicio de temporada, es el de Sudakov. El joven ucraniano, actuando entre la línea media y defensiva del Rio Ave y por detrás de Pavlidis, demostró una vez más su calidad técnica y criterio con el balón en los pies. No solo fue una pieza clave en la creación, sino que volvió a perforar la red, sumando su segundo gol en tres partidos como titular. Con dos asistencias adicionales, Sudakov se postula como uno de los pocos puntos brillantes en este inicio titubeante del Benfica, una joya que, al menos, brilla en medio de la penumbra.

Lukebakio: Una Promesa en su Debut, con Impacto Inmediato

El debut de Lukebakio con la camiseta del Benfica, a pesar del empate, fue más que prometedor. Su entrada en la segunda mitad inyectó un fulgor y una velocidad diferentes al ataque. Tras un primer disparo que, con una precisión casi cómica, terminó en lateral (sí, en lateral, no es un error de imprenta), rápidamente se redimió. Estuvo a punto de marcar, sirvió un gol “cantado” a Richard Ríos que este, para desdicha de la grada, no supo aprovechar, y, lo más importante, fue el autor de la asistencia para el gol de Sudakov, tras una excelente arrancada por la derecha y un pase raso preciso. Lukebakio podría ser el revulsivo que el equipo necesita, mostrando que los debuts de impacto aún existen.

Richard Ríos: Los 27 Millones que Pesan Demasiado

Mientras algunos llegan para ilusionar, otros continúan en el ojo del huracán. Richard Ríos, el mediocampista colombiano por el que el Benfica desembolsó la cuantiosa cifra de 27 millones de euros, sigue sin convencer. Titular en los 12 partidos oficiales de la temporada, su rendimiento en el campo es, cuanto menos, discreto, rozando la invisibilidad. Suma malas decisiones, pases errados y una alarmante cantidad de balones perdidos. Su fallo inexplicable ante el gol “cantado” que Lukebakio le sirvió en bandeja solo añade más leña al fuego de la crítica. ¿Cuándo empezará a justificar su precio y su presencia en el once inicial? La inversión parece, por ahora, un misterio.

Mizta (Rio Ave): El Guardián Inesperado que Cumplió su Misión

El portero del Rio Ave, Mizta, quizás esperaba una noche de más intensidad en la Luz, pero la primera parte del Benfica fue indulgente y no le exigió demasiado. En la segunda, sin grandes alardes, supo estar presente en los momentos clave, negando el gol a Pavlidis en dos ocasiones antes y después del 1-0. Un rendimiento eficaz, silencioso pero determinante, que contribuyó a la “hazaña” de su equipo de puntuar en uno de los estadios más difíciles de la Liga Portuguesa. A veces, no hay que brillar para ser la figura.

Implicaciones en la Carrera por el Título

Este empate suma dos puntos más a la cuenta de pérdidas en casa del Benfica, alcanzando ya los **cuatro puntos extraviados en su fortín en tan solo seis jornadas** de la I Liga 25/26. Para un club con aspiraciones de título, esta cifra es, por decir lo menos, preocupante. Aunque la temporada es larga y queda mucho campeonato por delante, la acumulación de estos tropiezos tempranos podría tener consecuencias “penosas” en las cuentas finales. La presión sobre Mourinho y sus jugadores es palpable; el margen de error, en una liga tan competitiva, comienza a reducirse de forma alarmante. La búsqueda del título es una carrera de fondo, pero no se puede tropezar tan seguido en la línea de salida.

El Benfica se encuentra en una encrucijada. Con la sombra del pasado reciente planeando sobre el Estadio da Luz, el “Special One” tiene el difícil reto de no solo imponer su filosofía, sino también de revertir una dinámica que amenaza con descarrilar las ambiciones del club. Los destellos de calidad de Sudakov y Lukebakio ofrecen esperanza, pero la inconsistencia colectiva y el rendimiento de jugadores clave como Richard Ríos exigen una solución urgente y contundente. Solo el tiempo dirá si Mourinho logrará, una vez más, obrar su magia y transformar este “regreso a un pasado bien reciente” en una simple anécdota, o si, por el contrario, se convierte en una tendencia ineludible que marque su era.

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By Mateo Beltrán

Mateo Beltrán, establecido en el dinámico Madrid, ha ganado reputación como experto en análisis deportivo. Su camino profesional comenzó como estadístico en una academia de fútbol, donde desarrolló una comprensión única de los matices del juego. Hoy, sus reseñas analíticas se publican regularmente en las principales publicaciones deportivas del país. Beltrán se especializa en pronosticar resultados de partidos utilizando su propio sistema de análisis de datos. Además del fútbol, tiene un profundo conocimiento del tenis y el automovilismo, cubriendo regularmente torneos ATP y carreras de Fórmula 1.

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