Edoardo Bove, centrocampista de la Fiorentina, ha optado por someterse a una intervención quirúrgica. Mañana martes, le implantarán un desfibrilador removible en el hospital Careggi, donde fue ingresado hace más de una semana tras sufrir un paro cardíaco durante el partido contra el Inter.
El dispositivo que se le implantará a Bove en la caja torácica no será permanente, sino extraíble. Este procedimiento es necesario según el protocolo hospitalario para darle el alta, pero el jugador aún podrá investigar más sobre lo ocurrido antes de tomar una decisión definitiva.
Si todo va bien, se espera que Bove reciba el alta entre el jueves y el sábado. Una vez fuera del hospital, con los resultados de los exámenes ya realizados, podrá decidir, junto con los médicos, si necesita someterse a más pruebas para comprender mejor las causas del incidente. Después, podrá decidir si mantener o retirar el mini-desfibrilador interno.
Es importante recordar que, si el desfibrilador interno permanece, Bove no podrá obtener la autorización para jugar en un torneo competitivo de la FIGC. Sin embargo, si fuera posible retirarlo, una vez que se comprenda y resuelva el problema, podría volver a obtener la aptitud para jugar.