Veinte días después del susto que sufrió durante el partido contra el Inter, Edoardo Bove regresa al estadio Artemio Franchi. El jugador de la Fiorentina, que se desplomó en el campo el 1 de diciembre, volverá a reunirse con sus compañeros y la afición violeta que tanto apoyo le ha brindado.
Aunque inicialmente se especuló que estaría en la tribuna, Bove finalmente se sentará en el banquillo junto al resto del equipo para el encuentro contra el Udinese. Esto ha sido posible gracias a un permiso especial, ya que tras la implantación de un desfibrilador subcutáneo, las normas italianas no le permiten jugar al fútbol profesionalmente.
A pesar de no poder saltar al terreno de juego, la presencia de Bove será sin duda un impulso emocional para el equipo y los aficionados de la Fiorentina, que podrán darle una cálida bienvenida en su primera aparición pública desde el incidente.