Carlos Augusto ha recuperado su olfato goleador con el Inter, anotando contra la Lazio y repitiendo en el último partido. Esto alegra a Simone Inzaghi, quien ahora ve al brasileño no solo como un valioso jugador de equipo, sino también como una amenaza ofensiva.
En el Monza, Carlos Augusto era conocido por su capacidad goleadora, pero al llegar al Inter, por diversas razones, no logró mantener las mismas estadísticas de cara al gol. Muchos se preguntaron el porqué de este cambio.
Las diferencias principales radican en dos aspectos:
1. Condición física: Como muchos jugadores de su complexión, Carlos Augusto necesita continuidad para alcanzar su mejor forma.
2. Táctica: En el Monza, el sistema 3-4-3 le permitía intercambiar posiciones con el extremo y solaparse, mientras que en el 3-5-2 de Inzaghi no encontraba los mismos automatismos. Esto llevó al entrenador a probarlo incluso como defensa lateral.
A pesar de su menor producción goleadora inicial, Carlos Augusto siempre ha mostrado cualidades sobresalientes: es difícil de superar, fuerte en el juego aéreo, físicamente imponente y muy aplicado tácticamente. Su salvada sobre la línea contra Goldaniga en el último partido ejemplifica su valor defensivo.
Tener por delante a Bastoni y Dimarco sería frustrante para muchos, pero no para Carlos Augusto, quien ha demostrado gran estabilidad mental. Ahora, con dos goles consecutivos, recibe la recompensa por su trabajo constante incluso en los momentos difíciles.
Su incorporación al juego ofensivo del Inter es una noticia que Inzaghi esperaba con ansias, añadiendo una nueva dimensión al ya armonioso ataque del equipo.