TODOS DE ACUERDO – Esta vez sí, podría ser diferente. La llegada de Thiago Motta podría ser difícil de aceptar – Cristiano Giuntoli fue el primero en ilusionarse con otra opción -, y con una Juventus que necesita asegurar el cuarto puesto, se buscan certezas, lo mejor, alguien que no falle. Por eso, Conte, un valor seguro conocido, aunque con una actitud más flexible que hace 10 años, es una opción lógica. Conte ha aprendido que la unión hace la fuerza y que la flexibilidad es clave en su trabajo. Desea devolverle a la Juve lo que el club le dio, quizás volviendo a ganar juntos.
¿Y EL NAPOLI? – Estos son pensamientos válidos, pero Conte tiene contrato con el Napoli y un proyecto que no quiere dejar a medias. Está concentrado en el final de temporada, la lucha por el título y la ambición de estar listo si el Inter duda o mira a la Champions League. En Castel Volturno se siente muy bien, tiene su rutina, familia y un cariño que valora. Maurizio Sarri dijo: “He sentido a un hombre enamorado del pueblo”, y Conte sabe lo importante que es este vínculo al liderar una ciudad y un equipo. Aunque no le gustaron las decisiones del mercado de invierno, y esa solidez inicial podría estar resquebrajándose.
EN POLE POSITION – No será fácil sacarlo del Napoli, pero existe la intención de convencer a Conte. Mientras se define el futuro de Igor Tudor, la Juve tiene planes A, B, C y D, considerando no clasificar a la Champions. Los planes C y D no contemplarían a Conte por falta de presupuesto, lo que implicaría una reestructuración para la Juventus. En ese caso, volver a la Juve sería para Conte un acto de amor.
Siempre se vuelve a donde uno ha estado bien. O también a donde las cosas no terminaron de la mejor manera. Ya no es secreto, si alguna vez lo fue, que Antonio Conte y la Juventus podrían reencontrarse. Esta vez, el deseo es mutuo, lo cual no es menor. Antes, aunque Conte siempre quiso volver a empezar donde comenzó su etapa ganadora, las directivas anteriores no compartían esa idea.