La llegada de Nuno Espírito Santo al banquillo del West Ham United no fue precisamente un camino de rosas. El club, que antes parecía bailar al borde de un precipicio, venía de una racha donde la palabra «descenso» sonaba con una inquietante resonancia en los pasillos de su estadio. Cuatro derrotas en cinco partidos de Premier League: un escenario que haría temblar a cualquiera, pero no a Nuno, o al menos, no lo suficiente como para no sacar un punto vital contra el Everton en su debut. Y, como un viejo conocido que siempre acude al rescate, fue Jarrod Bowen quien puso la firma en ese empate que supo a mucho más que un simple punto.
Jarrod Bowen: El Barómetro del Éxito `Hammer`
Bowen se ha convertido, sin lugar a dudas, en el alma ofensiva del West Ham. Cuando sus botas están encendidas, la esperanza se renueva y el equipo, casi por arte de magia, empieza a escalar posiciones. Pero su camino no ha sido flor de un día. ¿Recuerdan cuando el West Ham apostó 20 millones de libras por un desconocido, pero electrizante, extremo del Hull City en enero de 2020? Parecía una cifra considerable para un joven talento de la Championship.
Sus primeros pasos en la capital fueron, digamos, discretos. Un gol y cuatro asistencias en trece partidos. Un inicio para familiarizarse con el ecosistema de la Premier. Sin embargo, en la temporada siguiente, el interruptor se encendió. Ocho goles y seis asistencias en cuarenta apariciones. No estaba mal, ¿verdad? Pero la verdadera eclosión, el momento en que se grabó a fuego su nombre entre los grandes, llegó en las dos campañas posteriores. Treinta y una participaciones de gol en la 21/22 le valieron su primera convocatoria con Inglaterra. Y un año más tarde, en Praga, en el minuto 90 de la final de la Conference League, marcó el gol que grabó al West Ham en la historia europea. Ahora es un referente, un «súperdotado» que, para muchos, marca el ritmo del equipo.
La Siguiente Gran Apuesta: El Hadji Malick Diouf
Pero en el fútbol, el pasado, por glorioso que sea, siempre cede el paso al futuro. Y en el West Ham de Nuno, parece haber un nuevo nombre en boca de todos, un jugador que algunos ya visualizan siguiendo los pasos de Bowen: El Hadji Malick Diouf.
Este joven prodigio, proveniente del Slavia Praga, llegó en verano casi en silencio, pero su impacto ha sido ruidoso. Tan ruidoso que analistas como Joe Thomlinson de Sky Sports no dudan en calificarlo como «uno de los descubrimientos de la temporada». Y no es para menos. En solo seis partidos de liga, ya ha repartido tres asistencias. Y si la fortuna hubiera sonreído un poco más, podríamos estar hablando de un par de pases de gol adicionales solo en el encuentro contra el Everton, gracias a su inagotable suministro de centros precisos al área. De hecho, fue uno de esos envíos lo que terminó en el gol vital de Bowen.
Diouf es, en la banda izquierda, una verdadera máquina. Un «lateral explosivo», según lo han bautizado, y ya hay quienes lo ven como «uno de los mejores laterales de la liga».
La Fórmula de Nuno: Un Terreno Fértil para el Lateral Ofensivo
Entonces, ¿por qué Nuno podría ser el catalizador definitivo para la transformación de Diouf? La respuesta reside en su filosofía táctica, una que el entrenador portugués ha pulido a lo largo de su carrera.
Recordemos su etapa en el Wolverhampton Wanderers. Allí, Nuno solía desplegar una defensa de cinco, con carrileros que actuaban casi como extremos, encargados de proyectarse por las bandas y llevar el balón al ataque con la mayor velocidad posible. Era un sistema que maximizaba la profundidad y la amplitud. Más tarde, en el Forest, aunque optó por una defensa de cuatro, la importancia de sus laterales para generar juego por las bandas y asistir a los delanteros se mantuvo intacta.
Esta predilección por los laterales con vocación ofensiva es música para los oídos de un jugador como Diouf. Si Nuno mantiene esta insistencia en que sus laterales suban y centren balones al área, los números del senegalés, que ya son notables, podrían simplemente explotar. Incluso bajo la gestión anterior, Diouf ya demostraba ser una amenaza constante en ataque.
¿El Próximo Gigante del West Ham?
Es cierto que alcanzar el estatus de Jarrod Bowen, con su consistencia goleadora y momentos históricos, no es tarea de un día. Requiere tiempo, trabajo incansable y, por supuesto, la bendición del dios fútbol. Pero lo que El Hadji Malick Diouf ha mostrado hasta ahora, combinado con la filosofía de juego de Nuno Espírito Santo, apunta a que el West Ham podría estar gestando a su próxima gran estrella. Los aficionados, sin duda, ya sueñan con ver a este «explosivo» lateral convertido en una pieza fundamental, tan decisiva como su ya consolidado compañero. El futuro del West Ham, con Nuno al timón y Diouf en plena ebullición, parece prometedor.