La llegada de Angel Gomes al Olympique de Marsella no ha pasado desapercibida, especialmente tras su primera comparecencia ante los medios como jugador del club francés. Más allá de los detalles de su traspaso gratuito desde el Lille, un tema capturó rápidamente la atención de la prensa y los aficionados: su relación con Mason Greenwood, ahora su compañero de vestuario en el Vélodrome.
No se trata de una conexión nueva forjada en los pasillos del centro de entrenamiento de Marsella. Gomes, de 24 años, y Greenwood, de 23, comparten un pasado que se remonta a la infancia. Ambos son productos de la prestigiosa cantera del Manchester United, un lugar donde los sueños futbolísticos comienzan a tomar forma a edades muy tempranas. Sus caminos se cruzaron por primera vez cuando apenas tenían ocho años, en los campos de entrenamiento que forjan talentos y, aparentemente, amistades duraderas.
Ambos jugadores progresaron a través de las diferentes categorías inferiores de los `Red Devils`, un logro notable para dos amigos de la infancia que aspiran a llegar a la élite. Gomes dio el salto al primer equipo en 2017, y Greenwood siguió sus pasos dos años después, en 2019. Aunque sus carreras tomaron rumbos distintos posteriormente (Gomes se marchó al Lille en 2020 y Greenwood llegó a Marsella el verano pasado tras un periodo de inactividad), el vínculo forjado en Manchester nunca se rompió.
Preguntado sobre este reencuentro inesperado y, para muchos, emocionante, Gomes no ocultó su afecto y la importancia de su relación con Greenwood. “He hablado con Mason por teléfono varias veces”, reveló durante la rueda de prensa. Describió su conexión de una manera muy personal: “Es un poco como un hermano pequeño para mí”. Subrayó la rareza y la belleza de su historia compartida en el fútbol profesional: “Empezar tan jóvenes juntos y acabar en un club profesional [de primer nivel] también juntos es algo raro y bonito”.
Aunque la trayectoria de Greenwood tuvo un parón significativo debido a problemas legales en 2022, de los cuales los cargos fueron retirados en 2023, el enfoque de Gomes y, presumiblemente, del club y del propio jugador, está ahora en el futuro y en su rendimiento deportivo en Marsella. La expectativa de Gomes es clara y positiva: “No puedo esperar a compartir estos momentos con él en Marsella”, refiriéndose a la oportunidad de volver a compartir vestuario y, si la ocasión lo permite, terreno de juego con un viejo amigo.
La llegada de Gomes también suma a la presencia de jugadores con pasado o raíces en el fútbol inglés en el Olympique de Marsella, que parece haberse convertido en un destino interesante para este tipo de talentos. Sin embargo, la historia que realmente resuena es la de estos dos jóvenes, que se conocieron siendo niños con sueños en Manchester y ahora se reencuentran como profesionales en la vibrante ciudad de Marsella, listos para escribir un nuevo capítulo juntos.