Carlo Ancelotti, figura icónica de los banquillos de fútbol, cambió hoy el césped por una sala menos… verde. Se sentó, sí, pero no en la habitual zona técnica para dirigir un partido decisivo, sino ante los magistrados de la Audiencia Provincial de Madrid. El motivo no es deportivo, sino legal y bastante serio: una acusación de fraude fiscal que lo pone en el punto de mira de la justicia española.
La cita judicial giraba en torno a la gestión de sus derechos de imagen durante su anterior etapa en el Real Madrid, específicamente entre los años 2014 y 2015. La cantidad en disputa que, según la Fiscalía, fue ocultada al fisco español asciende a un millón de euros. La acusación es contundente, y la petición del Ministerio Público, aún más: **cuatro años y nueve meses de prisión** para el técnico italiano. Una cifra que, se mire por donde se mire, suena… pesada.
El juicio, cuyo inicio se fijó para el pasado 2 de abril, busca esclarecer cómo Ancelotti gestionó esos ingresos derivados de sus derechos de imagen. Es un detalle importante que la Agencia Tributaria ya ha intervenido bienes del entrenador para cubrir una deuda tributaria que también supera el millón de euros, ligada precisamente a este asunto. Parece que el fisco no espera al pitido final para cobrar sus “penaltis”.
En el centro del debate legal está la interpretación de los ingresos por derechos de imagen. Mientras la Fiscalía sostiene que Ancelotti ideó una estructura societaria compleja para evadir impuestos, el entrenador, según los informes, ha defendido que cedió esas ganancias a distintas entidades. Es la clásica batalla legal sobre la línea fina entre la optimización fiscal ingeniosa y la evasión descarada.
Hoy fue el turno de Ancelotti de dar su versión de los hechos. Se sentó, escuchó atentamente y respondió a las preguntas de los magistrados. Un papel distinto al de dar instrucciones desde la banda, requiriendo otra clase de concentración y, quizás, más nervios que en una final de Champions. Su declaración es un paso clave en el proceso.
Con su comparecencia y declaración, el proceso judicial sigue su curso. Ahora, la palabra la tienen los tribunales. La decisión de los magistrados determinará el futuro legal de uno de los entrenadores más laureados del mundo. El “partido” fiscal de Ancelotti entró en una fase decisiva, y el desenlace, con posibles consecuencias significativas, aún está por verse.