Ousmane Dembélé, el habilidoso extremo francés, se ha convertido en una pieza fundamental de un Paris Saint-Germain que, en lo que va de 2025, ha barrido con todos los títulos posibles. En medio de esta euforia colectiva, el jugador ha lanzado una declaración que no deja indiferente a nadie: se siente al acecho del Balón de Oro.
No es una simple bravata. La temporada del PSG ha sido, hasta el momento, impecable. Bajo la batuta (y las carreras) de Dembélé, el club parisino ha conquistado la Trophée des Champions (con un gol decisivo suyo en el último suspiro ante el Mónaco, para más señas), la Ligue 1, la Coupe de France y, quizás lo más relevante, la tan ansiada UEFA Champions League. Un póker de trofeos que cimenta la candidatura de varios de sus jugadores a los premios individuales.
En una entrevista reciente con DAZN, Dembélé no esquivó la pregunta sobre el galardón que corona al mejor futbolista del mundo. “Lo estoy pensando”, confesó con una sinceridad que se agradece en estos tiempos de respuestas preparadas. “Sé que, con la temporada que he hecho, no estoy lejos [del Balón de Oro], pero estoy concentrado en los objetivos colectivos, antes de pensar en mí”. Esta última matización, la del enfoque en el equipo, es casi un requisito estándar, pero viniendo de un jugador cuya carrera ha tenido altibajos, incluso podría sonar… ¿madura? Sí, parece que la consistencia (¡sorpresa!) y los títulos sientan bien.
Pero la temporada de éxitos aún no ha terminado para el PSG. El siguiente desafío, y el objetivo inmediato que Dembélé subraya, es el Mundial de Clubes de la FIFA. El equipo parisino se enfrentará al siempre complicado Bayern Múnich en los cuartos de final. Son los favoritos para llevarse el trofeo, y añadirlo a una vitrina que ya empieza a necesitar una ampliación urgente. Dembélé insiste en que toda la concentración del equipo (y la suya propia) está puesta en este torneo.
Sin embargo, la sombra del Balón de Oro es alargada. La ceremonia de entrega se celebrará en París el próximo 22 de septiembre. Será entonces cuando Ousmane Dembélé sabrá si su “temporada que ha hecho”, brillante en lo colectivo e importante en lo individual, es suficiente para convencer a los votantes de que él merece levantar el premio más codiciado del fútbol. La expectativa está servida. ¿Se confirmará la audaz predicción del francés?