En el vertiginoso mundo del fútbol de élite, donde las cifras se disparan y las decisiones pueden cambiar el destino de un club en un instante, pocas confesiones son tan reveladoras como la que ha hecho recientemente Aurelio De Laurentiis, el carismático y a veces controvertido presidente del Napoli. En una jugada maestra, o quizá, con el tiempo, un error monumental, el club italiano rechazó una oferta astronómica del Paris Saint-Germain (PSG) por sus dos estrellas más brillantes, Khvicha Kvaratskhelia y Victor Osimhen. Una decisión que, según el propio De Laurentiis, hoy lamenta amargamente.
La Oferta Irresistible que No lo Fue
Imaginemos la escena: la mesa de negociación, el PSG con su cartera aparentemente ilimitada, y una oferta que superaba los 200 millones de euros por el paquete completo: el explosivo delantero nigeriano Victor Osimhen y el mago georgiano Khvicha Kvaratskhelia. Era el verano posterior a la histórica temporada 2022-23, cuando ambos jugadores fueron los pilares del Scudetto del Napoli, el primero en 33 años. Osimhen, el máximo goleador de la Serie A, y Kvaratskhelia, el MVP de la liga, eran, sin duda, los activos más valiosos del club partenopeo.
“Pude haberlos vendido en ese momento. El PSG había ofrecido más de 200 millones por el paquete Kvara y Osimhen,” admitió De Laurentiis, con un tono que denotaba una mezcla de arrepentimiento y resignación empresarial.
En retrospectiva, esa oferta, que en su momento pareció una tentación a la que se pudo resistir en aras de la continuidad deportiva, se ha convertido en el fantasma de una oportunidad perdida. Porque, como bien sabemos, el fútbol, al igual que la vida, rara vez ofrece segundas oportunidades bajo las mismas condiciones.
Entre Promesas y Amenazas de Agentes
¿Qué llevó a De Laurentiis a rechazar tal suma? Según su propio relato, la decisión fue multifactorial. En el caso de Kvaratskhelia, la situación se complicó con su agente, Mamuka Jugeli, quien, tras una extraordinaria primera temporada, supuestamente amenazó con invocar el “Artículo 17” del reglamento de la FIFA, que permite a los jugadores romper sus contratos bajo ciertas condiciones después de un período de tiempo determinado. “Tuve que dejarlo ir porque su agente amenazaba con usar el Artículo 17”, explicó el presidente, revelando la intrincada dinámica entre clubes, jugadores y sus representantes.
A esto se sumó, de forma un tanto irónica, una promesa al entonces entrenador Luciano Spalletti (el artífice del Scudetto), de mantener a sus estrellas. “Le había prometido a Conte que lo mantendría, y no me sentía con ganas de faltar a mi palabra,” comentó De Laurentiis, refiriéndose a Kvara. Una promesa que, si bien honraba la integridad deportiva, resultó costosa en términos económicos. Porque al final, Kvaratskhelia recaló en el PSG por “solo” 75 millones de euros en enero, y Osimhen, tras un año cedido, se fue al Galatasaray por la misma cifra este verano. La ecuación es simple: 200 millones en un paquete en su punto álgido, contra 150 millones vendidos por separado, y con un valor de mercado que quizás no se recuperó del todo tras el brillo del Scudetto.
Viktor Gyokeres: El Reemplazo Soñado (y Perdido)
Con la venta de sus dos pilares, el Napoli había delineado un plan para el futuro, y en el centro de ese plan estaba el nombre de Viktor Gyokeres. El delantero sueco, conocido por su potencia y capacidad goleadora, era el objetivo principal. “Con esos fondos, la idea era comprar a Gyokeres,” afirmó De Laurentiis. La revelación no solo subraya la ambición del club de buscar un recambio de primer nivel, sino que también pone de manifiesto cómo una única decisión, o la ausencia de ella, puede desviar completamente la trayectoria de una planificación deportiva y económica.
La hipótesis de un Napoli con 200 millones en caja y Gyokeres como su nuevo referente es un escenario fascinante que nunca se materializó. En cambio, el club tuvo que reajustar sus estrategias, quizás con un margen de maniobra reducido, y afrontar la salida de dos figuras que definieron una era gloriosa, aunque breve.
El Legado y las Lecciones del Mercado
Kvaratskhelia y Osimhen no solo contribuyeron a un título, sino que se grabaron en la memoria de los aficionados napolitanos. Su partida, aunque esperada por muchos después del éxtasis del Scudetto, deja un vacío que el club busca llenar. La confesión de De Laurentiis es un recordatorio agridulce de que en el fútbol moderno, el éxito deportivo y la inteligencia financiera no siempre van de la mano. A veces, las promesas o las intrigas de los agentes pueden pesar más que una oferta multimillonaria que podría haber transformado por completo el futuro financiero y deportivo de una institución.
Esta saga de rechazos y arrepentimientos es una anécdota más en el complejo ajedrez del mercado de fichajes, donde cada movimiento es escrutado y cada `sí` o `no` puede significar la diferencia entre una fortuna o una oportunidad que se esfuma. Para el Napoli, esta es la historia de cómo se dejó escapar la venta del siglo, un relato que, con el paso del tiempo, adquiere un matiz de ironía trágica en el siempre impredecible y apasionante mundo del fútbol.