En una demostración de astucia en la gestión deportiva y financiera, la SAD del Benfica ha orquestado un impresionante giro económico, pasando de abultadas pérdidas a un beneficio neto de 34,4 millones de euros. Una narrativa que subraya la importancia de una estrategia de mercado quirúrgica en el fútbol moderno.
De la Tormenta a la Calma: Un Cambio de Rumbo Espectacular
El mundo del fútbol, con su incesante danza de traspasos y expectativas desmedidas, a menudo se asemeja más a una bolsa de valores que a un terreno de juego. Y en este complejo escenario, el Sport Lisboa e Benfica ha protagonizado una remontada financiera digna de estudio. Tras cerrar el ejercicio anterior con un déficit de 31,4 millones de euros, las “Águilas” han levantado vuelo hacia la rentabilidad, anunciando un superávit de 34,4 millones para la temporada 2024/2025.
Este viraje no es producto de la casualidad, sino el resultado de decisiones estratégicas que, aunque a veces impopulares entre los aficionados, son vitales para la sostenibilidad de un club de élite. Como bien reza la sabiduría popular, “a veces, para construir, primero hay que desmantelar”. En el fútbol, esto se traduce a menudo en la venta de activos valiosos: sus jugadores.
La Maquinaria de las Plusvalías: Jugadores como Clave del Éxito
La columna vertebral de esta recuperación financiera reside inequívocamente en la gestión del mercado de fichajes. Es un hecho: sin las operaciones de venta de futbolistas, la SAD del Benfica habría continuado navegando en aguas turbulentas, proyectando pérdidas de 12 millones de euros. Esta cifra, que no es baladí, ilustra la delicada dependencia de los clubes europeos en las plusvalías generadas por sus estrellas.
Entre los movimientos más destacados que han contribuido a este repunte, se encuentran las transferencias de:
- Arthur Cabral: Su salida aportó una inyección económica significativa, reajustando la masa salarial y generando ingresos frescos.
- João Neves: Un diamante de la cantera, cuya venta a un club de mayor poderío económico no solo validó la excelencia de la formación del Benfica, sino que también reportó una ganancia considerable.
- Marcos Leonardo: Otra promesa cuyo desarrollo y posterior traspaso se convirtieron en una fuente crucial de capital.
La habilidad para identificar, desarrollar y, llegado el momento, capitalizar el talento joven es una marca distintiva del Benfica. Es una estrategia que, con una pizca de ironía, podríamos llamar “la fábrica de talentos con fecha de caducidad… comercial”.
Radiografía Financiera: Más Allá del Balance Anual
El informe financiero no se detiene en el beneficio neto; ofrece una visión más granular de la salud económica del club. Los datos adicionales pintan un cuadro de estabilización y crecimiento:
- El resultado positivo entre contrataciones y ventas se disparó hasta los 46,7 millones de euros a finales de junio, lo que representa un asombroso incremento del 247% en comparación con el mismo periodo del ejercicio anterior. Una cifra que cualquier director financiero envidiaría.
- Los gastos operativos (excluyendo los derechos de los jugadores) alcanzaron los 226 millones de euros, 20 millones más que el año previo. Este aumento, en un entorno de crecimiento, sugiere inversiones en infraestructura, personal o incluso salarios más competitivos, que la generación de ingresos ha logrado absorber sin problemas.
- Los capitales propios se elevaron a 116 millones de euros, marcando el valor más alto en los últimos cuatro años. Este indicador es fundamental, ya que refleja la fortaleza patrimonial del club y su capacidad para autofinanciarse. Un capital propio robusto es la mejor armadura contra las incertidumbres del mercado.
- La deuda líquida experimentó una reducción de 5 millones de euros, situándose en 196,9 millones. En un deporte donde la deuda es una compañera constante, cualquier descenso es motivo de celebración, aunque el camino hacia una deuda cero sea una utopía para la mayoría.
- El pasivo del club disminuyó un 2%, representando ahora el 80% del activo total. Si bien aún hay trabajo por hacer para optimizar este ratio, la tendencia a la baja es un claro síntoma de una gestión financiera más prudente y efectiva.
“En el fútbol, la gloria en el campo a menudo es efímera, pero la salud financiera construye legados. El Benfica ha demostrado que sabe jugar tanto con el balón en los pies como con los números en las hojas de cálculo.”
El Futuro en el Horizonte: ¿Estabilidad o un Baile Perpetuo?
Esta sólida recuperación sitúa al Benfica en una posición ventajosa para afrontar los desafíos futuros. La capacidad de generar ingresos significativos a través de traspasos, combinada con una contención de la deuda y un aumento del capital propio, proporciona una base envidiable para futuras temporadas.
Sin embargo, la pregunta subyacente sigue siendo la misma: ¿Hasta qué punto es sostenible esta estrategia de “comprar, desarrollar y vender”? ¿Podrá el Benfica consolidar su posición financiera diversificando sus fuentes de ingresos, o seguirá dependiendo de la habilidad de sus negociadores en cada ventana de traspasos? Solo el tiempo lo dirá. Por ahora, los contadores del Benfica pueden celebrar con la misma pasión que sus aficionados, sabiendo que, al menos por una temporada, los goles más importantes se marcaron en la sala de juntas.
Para los observadores del fútbol y los economistas deportivos, el caso del Benfica ofrece una fascinante perspectiva sobre la intrincada relación entre el éxito en el campo y la gestión detrás de bambalinas. Un recordatorio de que, incluso en el deporte más apasionado del mundo, los números siempre tienen la última palabra.