Para el Atlético de Madrid, jugar lejos del Metropolitano se ha convertido recientemente en un gran desafío. Como visitantes, los rojiblancos lucen frágiles e incapaces de rendir a su mejor nivel. El reciente empate sin goles contra el Alavés subraya esta pobre dinámica como forasteros durante los últimos meses. Esta serie de resultados negativos los ha alejado definitivamente de la lucha por el título de La Liga y los sitúa en una posición cómoda pero sin grandes aspiraciones a falta de cuatro partidos. Sin metas importantes ya en la liga nacional, el Atlético de Madrid enfoca su atención en el cercano Mundial de Clubes. El equipo colchonero busca reencontrar su mejor forma para competir por un trofeo que ofrecería un impulso significativo tanto económico como deportivo.
Solo un triunfo en sus últimas cinco salidas
Las recientes expediciones del Atlético no han cumplido las expectativas. La tendencia negativa comenzó el 9 de marzo en el Coliseum. Frente al Getafe, el conjunto rojiblanco vio complicarse sus opciones en La Liga tras una derrota dolorosa. No por la diferencia de goles, sino por cómo ocurrió. El penalti convertido por Sorloth en el minuto 75 parecía asegurar una difícil victoria para el Atleti en un campo complicado. Sin embargo, el esfuerzo del equipo de Simeone se derrumbó cuando Correa fue expulsado por una entrada dura en el minuto 88. Con un jugador menos, el Atlético se desmoronó, y el Getafe de Bordalás logró remontar el marcador en solo cuatro minutos.
Desde ese encuentro, el Atlético ha tenido dificultades para mejorar su rendimiento lejos de casa. Después del descanso por selecciones, visitaron al Espanyol en el RCDE Stadium, y nuevamente no lograron mantener la ventaja inicial (0-1 de Azpilicueta). El equipo local, el Espanyol, supo explotar las inseguridades del conjunto madrileño para igualar el partido y arrebatarles la victoria.
Experimentaron un respiro temporal con una victoria agónica en el Sánchez Pizjuán, justo cuando parecía que sufrirían otro tropiezo a domicilio. Pablo Barrios anotó en el tiempo añadido para dar el triunfo 1-2 ante el Sevilla, lo que significó la primera victoria liguera del Atlético fuera de casa en casi dos meses.
Sin embargo, ese triunfo en Andalucía resultó ser un espejismo. Las Palmas y Alavés, ambos equipos que luchan por la permanencia, han sido los más recientes en conseguir puntos en su campo contra el Atlético de Madrid. El partido en Canarias fue particularmente decepcionante. Los rojiblancos mostraron un juego apático, sin la intensidad ni la concentración necesarias ante un oponente que se jugaba mucho, y eso se hizo evidente. El gol local que decidió el 1-0 llegó en el descuento, cortesía de Javi Muñoz, quien aprovechó otra falla defensiva del equipo visitante.
Esto nos lleva al partido de ayer. Un desplazamiento a Vitoria para enfrentarse al Alavés. Fue un encuentro con pocas ocasiones, que estuvo más cerca de los intereses del equipo local que de lo que buscaba Simeone. Aunque el portero Sivera tuvo una actuación destacada con varias paradas importantes, el Atlético se vio sin chispa y falto de creatividad, una tendencia habitual fuera del Metropolitano. Al equipo de Simeone le restan dos partidos como visitante: contra Osasuna y Girona. Ambos son campos difíciles que exigirán la mejor cara de los colchoneros. Queda por ver si el Atlético de Madrid puede concluir la temporada 2024/2025 de La Liga con al menos una victoria más fuera de casa.