El Manchester City, bajo la batuta de Pep Guardiola, se encuentra en un fascinante y, a veces, contradictorio dilema en este mercado de fichajes estival. Por un lado, el estratega catalán ha sido enfático en su deseo de reducir el tamaño de su ya considerable plantilla, buscando optimizar los recursos y evitar la redundancia. “Deberíamos recortar el equipo, pero es difícil porque los amo a todos; me gustan todos y les gusta estar aquí. Así que la situación no es fácil, pero ellos lo saben”, ha declarado Guardiola, dejando entrever la complejidad de su tarea.
Sin embargo, la ambición de un club de la talla del City no se detiene, y la búsqueda de talento que pueda aportar un “plus” a un equipo ya estelar es una constante. Mientras los rumores de un interés en figuras de alto calibre como Rodrygo del Real Madrid circulaban, la realidad del mercado (y quizás el coste prohibitivo de una estrella consolidada) ha redirigido la mirada del City hacia una opción que, aunque no carece de brillo, sí presenta un perfil diferente: Lucas Paquetá.
De la `Ganga` a la `Mente Alucinante`: El Precio de la Oportunidad
Lo que hace que el interés en Paquetá sea particularmente intrigante es el drástico cambio en su valoración en el mercado. Si bien en el pasado su precio se cifraba en cuantías considerables, recientes informaciones sugieren que el West Ham United estaría dispuesto a dejar salir al talentoso mediocampista brasileño por una cantidad que oscila entre £30 y £40 millones de libras esterlinas. Una cifra que, para un jugador de su calibre, bien podría considerarse una ganga en el volátil mercado actual.
El nombre de Paquetá no es nuevo en la órbita del City. Ha sido un objetivo potencial en el pasado, y ahora, con esta ventana de oportunidad económica, los “Blues” han reactivado su persecución. No obstante, el City no está solo en esta danza. Clubes como el Tottenham Hotspur y el Crystal Palace también han mostrado un interés concreto, lo que promete una competencia vibrante por la firma del brasileño.
La Paradoja de Paquetá: De Héroe de la Conferencia a la Baja de Forma
La trayectoria de Lucas Paquetá es un compendio de altibajos, una montaña rusa de rendimiento que justifica tanto el entusiasmo como las dudas sobre su fichaje. Su llegada al London Stadium con el West Ham fue, en muchos sentidos, estelar. Fue una pieza angular en la histórica conquista de la Europa Conference League en la temporada 2022-23, donde aportó un gol y cuatro asistencias en 11 partidos, demostrando su capacidad para aparecer en los momentos clave.
Su excompañero, Declan Rice, no dudó en calificar algunas de sus acciones como `mente alucinante` (mind-boggling), un elogio que pocas veces se escucha sin una pizca de asombro genuino. Era, sin duda, un periodo donde Paquetá parecía estar en la cima de su juego, un creador de juego desequilibrante con una visión privilegiada y una técnica exquisita.
Sin embargo, la temporada más reciente ha pintado un cuadro menos brillante. A pesar de seguir siendo un jugador importante, el internacional brasileño, que ya suma 55 partidos con la Seleção, ha visto una disminución en su impacto. No logró registrar una sola asistencia en todas las competiciones la temporada pasada, y su cuenta goleadora se limitó a cinco tantos. Es este bajón de forma lo que añade un elemento de riesgo a la ecuación del City.
La Apuesta de Guardiola: ¿El Mago o el Temerario?
Aquí radica el quid de la cuestión y la potencial genialidad o el atrevido riesgo de esta operación para el City. Fichar a un jugador cuya estrella ha parpadeado recientemente es, sin duda, una apuesta. Un “gamble”, como se le califica en los círculos deportivos. Sin embargo, ¿hay alguien mejor que Pep Guardiola para encender de nuevo esa llama? El técnico español es conocido por su capacidad para sacar lo mejor de sus jugadores, incluso aquellos que llegan con la etiqueta de “talento por pulir” o “rendimiento inconsistente”.
La pregunta clave es si Paquetá puede adaptarse al sistema intrincado y exigente de Guardiola, y si la estructura del City, con su plétora de estrellas, puede ser el catalizador para que redescubra la forma que lo convirtió en un jugador `mente alucinante`. El City ya cuenta con una plantilla, según su propio entrenador, “hinchada”, lo que hace que cada nueva incorporación sea una declaración de intenciones, un jugador que debe justificar su llegada no solo por su potencial, sino por su capacidad inmediata para elevar el nivel.
El tiempo dirá si Lucas Paquetá se convierte en la pieza clave que revitaliza el ataque del Manchester City o si su paso por el Etihad se suma a la lista de `lo que pudo haber sido`. Lo que es innegable es que la ventana de fichajes del City sigue siendo un espectáculo digno de observar, con Pep Guardiola orquestando una sinfonía de entradas y salidas, siempre en busca de la perfección.