El telón de la Primeira Liga portuguesa está a punto de levantarse, y con él, llegan los primeros dolores de cabeza logísticos. El partido que enfrentará al Casa Pia con el gigante Sporting CP en la jornada inaugural, previsto para el primer fin de semana de agosto, podría no celebrarse en el estadio inicialmente designado, el Estádio Municipal de Rio Maior.
La razón detrás de esta potencial mudanza es tan fundamental como, a veces, olvidada: el estado del terreno de juego. Según reportes, el césped del estadio, que ha servido de casa al Casa Pia desde su regreso a la máxima categoría en 2022, presenta un estado lamentable.
Ante esta situación, el organismo rector de la Liga ha reaccionado. Se espera una nueva inspección del campo en las próximas semanas para evaluar su viabilidad. Mientras tanto, se ha solicitado al club un plan de intervención urgente para mejorar la superficie y, de forma contundente, se ha recomendado que el césped sea “ahorrado” al máximo, lo que en lenguaje futbolístico significa: ¡que nadie lo toque!
Por supuesto, en el fútbol profesional siempre hay alternativas. El Casa Pia había considerado el Estádio Dr. Magalhães Pessoa, en Leiria, como un posible escenario para sus partidos. Sin embargo, aquí es donde la trama se complica con una pizca de ironía (o simplemente mala suerte): precisamente durante el mismo fin de semana en el que Casa Pia y Sporting tienen que disputar su encuentro, el estadio de Leiria ya tiene inquilino. El União de Leiria recibirá al Académico de Viseu para su partido de la primera jornada, pero de la Segunda Liga.
Esto deja al Casa Pia y a la Liga en una posición delicada, buscando a contrarreloj una solución para asegurar que uno de los partidos más atractivos del inicio de temporada pueda disputarse en un campo en condiciones adecuadas y, lo más importante, que se juegue sin más contratiempos. La calidad del espectáculo, y la integridad física de los jugadores, dependen de un césped en buen estado. Parece que, antes de que ruede el balón, ya hay trabajo extra en los despachos y, paradójicamente, en el cuidado del terreno de juego… si es que se puede cuidar.