El mercado de fichajes se agita en Oporto. Con la llegada de Francesco Farioli al banquillo del FC Porto, las prioridades de refuerzo empiezan a delinearse con claridad. Y parece que el técnico italiano tiene un nombre grabado a fuego en su lista de deseos: Kenneth Taylor.
Taylor, un joven y prometedor centrocampista neerlandés, no es un desconocido para Farioli. Ambos coincidieron en el Ajax, donde el jugador experimentó un notable crecimiento bajo la tutela del ahora entrenador portista. Esta conexión personal es, sin duda, el principal activo del FC Porto en esta operación, pero el fútbol, como la vida misma, rara vez se rige solo por los sentimientos.
Un Objetivo, un Precio Elevado
Las informaciones apuntan a que el FC Porto ya ha establecido los primeros contactos con el Ajax para explorar la viabilidad del traspaso. Sin embargo, la respuesta desde Ámsterdam ha sido, como poco, desalentadora para las arcas portistas. Según varios reportes, el Ajax no contempla la salida de Taylor por una cifra inferior a los 30 millones de euros.
Esta valoración tan elevada se fundamenta en el potencial y la mejora del jugador, especialmente evidente en la última temporada. A pesar de que el Ajax podría necesitar realizar ventas, no parecen dispuestos a “regalar” a uno de sus talentos revalorizados. Treinta millones es, seamos sinceros, una cantidad considerable que obliga a cualquier club, incluido el FC Porto, a pensárselo dos veces y a buscar fórmulas creativas.
Estrategias en la Negociación y un Viejas Cuentas
El FC Porto es conocido por su habilidad para estructurar operaciones complejas. En este caso, se especula con la posibilidad de incluir porcentajes de futuras ventas o definir variables por objetivos de rendimiento para intentar suavizar el impacto del coste fijo. Es una táctica habitual en el mercado, un intento de endulzar la píldora sin descapitalizarse por completo de inmediato.
Sin embargo, hay un factor que podría añadir una capa extra de dificultad a la negociación entre clubes. La forma en que Farioli llegó al FC Porto —esperando a que finalizara su contrato con el Ajax para evitar el pago de una compensación económica— podría haber dejado un poso de resquemor en la directiva neerlandesa. En el frío mundo de los negocios del fútbol, donde las cortesías se desvanecen rápido, esta situación podría no jugar a favor de los intereses portistas a la hora de negociar por Taylor.
En definitiva, el deseo de Francesco Farioli es claro y su objetivo está identificado. Kenneth Taylor encaja en el perfil que busca para su mediocampo. Pero transformar ese deseo en realidad requerirá no solo la voluntad del jugador y su buena sintonía con el entrenador, sino también una capacidad de inversión significativa por parte del FC Porto o, en su defecto, una maestría en la negociación que permita alcanzar un acuerdo aceptable con un Ajax que, justificadamente o no, tiene la sartén por el mango… y un precio muy alto para el talento de Taylor.