El mercado de fichajes, esa época del año que nos mantiene pegados a las noticias con su constante ir y venir de rumores, acuerdos y, a veces, sorpresas mayúsculas. La situación de Bilal El Khannouss, el joven y prometedor centrocampista marroquí de 21 años, parece estar escribiendo uno de esos giros argumentales que tanto nos gustan.
El Khannouss aterrizó en el Leicester City el verano pasado, llegando desde el KRC Genk belga con la esperanza de crecer en el fútbol inglés. Firmó un contrato de cuatro años que parecía asegurar su futuro a largo plazo. Sin embargo, el deporte es caprichoso, y el descenso del Leicester a la Championship ha alterado por completo sus planes. Lógicamente, un jugador de su potencial busca mantenerse en la élite o, al menos, encontrar un proyecto ambicioso que le permita seguir progresando.
No han tardado en aparecer pretendientes de pedigrí. Clubes con solera en sus respectivas ligas han mostrado interés, explorando la posibilidad de incorporar al talentoso centrocampista. Entre los nombres que sonaban con más fuerza se encontraban el AS Mónaco, un habitual en las competiciones europeas, y el West Ham United, otro club de la Premier League con aspiraciones.
Pero aquí llega la parte interesante, el detalle que añade picante a la operación. Según informaciones procedentes de Francia, específicamente del respetado diario L`Équipe, el Sunderland AFC ha tomado la delantera en esta particular carrera por hacerse con los servicios de El Khannouss. Sí, los Black Cats, el histórico club que ha regresado a la Premier League tras ocho largos años de ausencia y que ahora lucha con uñas y dientes por consolidarse en la máxima categoría.
La actividad del Sunderland en esta ventana de traspasos está siendo notable, una clara señal de su intención de construir una plantilla lo suficientemente sólida como para evitar el descenso. En este contexto, la posible llegada de un jugador con la proyección de El Khannouss sería sin duda un golpe de efecto.
Por otro lado, el interés del AS Mónaco, que en principio parecía más firme, se encuentra con lo que podríamos llamar un “obstáculo logístico” o, siendo más técnicos, un problema de gestión de plantilla. Al parecer, en el Principado tienen la posición de centrocampista ofensivo bastante bien cubierta. Esto implica que, para poder fichar a El Khannouss, primero tendrían que dar salida a alguno de sus activos actuales, y no precisamente a un jugador de poco peso. Nombres como el de Maghnes Akliouche, considerado uno de los futbolistas con más valor de mercado en la plantilla monegasca, se mencionan en este contexto.
Así que, mientras el Mónaco hace sus cuentas, evalúa opciones de venta y reajusta su ingeniería financiera y deportiva, el Sunderland parece estar actuando con mayor decisión, viendo una oportunidad clara en la situación del jugador. Un pulso fascinante entre un club que busca reafirmarse en la élite tras su vuelta y otro acostumbrado a codearse con los grandes de Europa pero que, en este caso, se ve frenado por su propio “exceso de equipaje” en una posición clave.
La saga de Bilal El Khannouss es un recordatorio de que el mercado de fichajes no siempre sigue la lógica esperada. Veremos cuál de estos dos clubes, o quizás un tercero inesperado, logra convencer al joven talento marroquí de unirse a su proyecto.