El fútbol, esa pasión global que mueve multitudes y desata emociones inigualables, ha sido tradicionalmente el escenario de gestas heroicas, goles memorables y rivalidades épicas. Sin embargo, en un giro inspirador de los acontecimientos, este deporte rey está demostrando que su verdadero poder va más allá del césped, transformándose en una formidable herramienta para la transformación social y la inclusión. ¿Y si le dijéramos que hay una liga donde los puntos no se ganan solo por meter goles, sino por ayudar al prójimo?
Un Reconocimiento que Reafirma el Compromiso Social
Recientemente, la Fundación Benfica, una de las instituciones más emblemáticas ligadas a un club de fútbol en Portugal, fue galardonada con el Prémio de Responsabilidad Social por parte de la Fundación del Fútbol. Este reconocimiento no es un trofeo más para sus vitrinas; es un aplauso a una iniciativa que está redefiniendo lo que significa “ganar” en el deporte. El proyecto en cuestión, denominado ‘Community Champions League’, es el epicentro de esta nueva filosofía, y su esencia es tan sencilla como revolucionaria: utilizar el fútbol para construir ciudadanos, no solo atletas.
La ‘Community Champions League’: Un Partido con Reglas Diferentes
Imaginemos por un momento una competición donde la victoria en el campo es secundaria, casi una formalidad. Aquí, la verdadera liga se juega en las calles, en las comunidades. El ‘Community Champions League’, impulsado por la Fundación Benfica en colaboración con Gebalis y parte de la red europea European Football for Development Network (EFDN), no es solo un torneo juvenil. Es una escuela de vida. Desde su lanzamiento en 2019, ha logrado que la disciplina y el altruismo sean tan valiosos, o incluso más, que la habilidad con el balón.
El peculiar sistema de puntuación es el corazón de su ingenio: si los jóvenes participantes no son disciplinados o no contribuyen a su comunidad, simplemente se les restan los puntos obtenidos en el partido. Es decir, puedes ganar un encuentro con un 5-0 rotundo, pero si en tu barrio hay problemas de convivencia o tu equipo no participó en la limpieza de un parque, esos tres puntos pueden esfumarse más rápido que un balón por la escuadra. Es una fórmula brillante para enseñar que la vida, al igual que el fútbol, requiere compromiso tanto dentro como fuera del campo. Y sí, confesamos que nos produce una ligera, pero agradable, dosis de ironía que un gol no valga lo mismo que una buena acción vecinal.
“Este es un proyecto que une a los jóvenes, a través del deporte, a la comunidad y al barrio, donde ganar tres puntos en un partido de fútbol no cuenta. Si no son disciplinados, si no ayudan a la comunidad, se les restan los tres puntos.” – Carlos Moia, Presidente Ejecutivo de la Fundación Benfica.
Valores que Trascienden el Marcador
Este enfoque innovador está diseñado para ir más allá de la formación de futuros futbolistas. Su objetivo principal es la inclusión social de jóvenes en contextos vulnerables, fomentando el desarrollo de ciudadanos activos y conscientes. Los valores inculcados son la verdadera copa que estos jóvenes levantan:
- Respeto: Por el rival, por el árbitro, por el entorno.
- Compromiso y Dedicación: En el juego, en los estudios, en las tareas comunitarias.
- Trabajo en Equipo: Esencial dentro y fuera del campo.
- Tolerancia: Hacia las diferencias y las dificultades.
- Resiliencia: Para superar los obstáculos y aprender de los errores.
Actualmente, casi la mitad de las parroquias de Lisboa ya están integradas en esta iniciativa, lo que demuestra su éxito y la pertinencia de su modelo.
El Fútbol como Motor de Cambio Global
El reconocimiento a la Fundación Benfica no es un hecho aislado. Se inscribe en un movimiento global creciente donde el deporte profesional, y en particular el fútbol, asume su cuota de responsabilidad social. La Fundación del Fútbol, al otorgar este premio, subraya el impacto transformador que el balompié puede tener, alineándose directamente con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU. Es un recordatorio de que las instituciones deportivas tienen el potencial de ser mucho más que empresas de entretenimiento; pueden ser poderosos agentes de cambio social, promoviendo la equidad, la educación y el bienestar en las comunidades más necesitadas.
Como bien señaló Bernardo Azevedo, Director General de la Liga Comercial, “El Fútbol tiene esto mismo, esta parte de la pasión, y es a través de ella que conseguimos devolver, fortalecer y educar a aquellos que más lo necesitan.”
¿Un Modelo a Seguir para el Mundo Hispanohablante?
La experiencia de la Fundación Benfica con la ‘Community Champions League’ ofrece un modelo inspirador para otras fundaciones de clubes y entidades deportivas en el mundo de habla hispana. En un continente como el nuestro, donde el fútbol es una religión y existen tantas comunidades vulnerables, la aplicación de programas que prioricen los valores sociales sobre el resultado deportivo podría generar un impacto incalculable. Imaginen la replicación de este esquema en ciudades como Buenos Aires, Madrid, Ciudad de México o Bogotá, donde la pasión por el fútbol es inmensa y las necesidades sociales apremiantes. Es una invitación a repensar el deporte no solo como espectáculo, sino como una verdadera plataforma de desarrollo humano.
Conclusión: La Verdadera Victoria Está Fuera del Campo
En definitiva, la historia de la Fundación Benfica y su ‘Community Champions League’ es un faro de esperanza. Nos enseña que, si bien la gloria en el marcador es efímera, la construcción de una comunidad fuerte, basada en valores sólidos y la inclusión de sus jóvenes, es una victoria que perdura. Es un gol que se celebra cada día, en cada acción, y cuyo impacto resuena mucho más allá de los noventa minutos de un partido. En el fútbol moderno, parece que el verdadero partido se está jugando fuera de la cancha, y el resultado, sin duda, nos beneficia a todos.