El mercado de fichajes de verano no solo nos trae movimientos de jugadores y negociaciones millonarias, sino también, en ocasiones, dosis de creatividad (y un poco de picardía) en los anuncios oficiales. El último ejemplo nos llega desde Estambul, donde el Fenerbahce ha confirmado la llegada del lateral izquierdo inglés Archie Brown, y lo ha hecho de una forma que seguramente no sentó muy bien en Milán.
Archie Brown, de 23 años, proveniente del KAA Gent belga, era un jugador codiciado. Su rendimiento había llamado la atención de varios clubes importantes en Europa. Entre los más interesados se encontraba el AC Milan, un gigante de la Serie A italiana con una clara necesidad de reforzar su banda izquierda. La competencia por hacerse con los servicios de Brown se volvió tan intensa que, según reportes, ambos clubes llegaron a enviar aviones privados a Bélgica en un intento por asegurar el fichaje.
En esta particular “carrera aérea” y de despachos, fue el Fenerbahce quien se llevó el gato al agua. Brown optó por el proyecto turco, dejando al club italiano compuesto y sin lateral. Y, como si ganar la puja no fuera suficiente, el club de Estambul decidió añadir un toque de… bueno, llamémosle humor estratégico, a su anuncio oficial.
El video de presentación de Archie Brown, difundido en las redes sociales del Fenerbahce, es una pequeña obra de arte del “trolleo” futbolístico moderno. Comienza mostrando, de forma bastante elocuente, dos aviones volando en paralelo, simbolizando claramente la doble ofensiva para fichar al jugador. La imagen es sencilla, directa, y no deja lugar a dudas sobre la batalla librada.
Pero el punto álgido llega después. El video muestra a Brown en un coche, aparentemente escuchando la radio. La emisora, identificada por su lenguaje, es italiana. Y la noticia que suena es, ni más ni menos, el anuncio (ficticio, claro está) de su inminente llegada al AC Milan. La cara de Brown, con un gesto de leve desaprobación o quizás de “¿en serio?”, lo dice todo. Acto seguido, el jugador cambia de emisora con un simple gesto.
Al cambiar de frecuencia, la radio ahora emite en turco, y una voz potente y oficial anuncia: “¡Archie Brown en Estambul! ¡Se une al Fenerbahce!”. La transición es tan brusca como intencionada. Es un mensaje claro: “Sí, Milan también lo quería, incluso anunciaron que venía, pero ¡sorpresa! Se vino con nosotros”.
Este tipo de anuncios, que van más allá de la simple foto con la camiseta, se han vuelto cada vez más comunes en el fútbol, buscando generar expectación y viralidad. Sin embargo, rara vez vemos una burla tan directa y pública hacia un competidor de este calibre. Es un movimiento audaz por parte del Fenerbahce, que no solo celebra la adquisición de un jugador deseado, sino que también disfruta de haberle arrebatado al Milan una de sus prioridades.
Para el Milan, es un recordatorio, quizás un tanto humillante, de una batalla perdida en el mercado. Para el Fenerbahce, es la confirmación de que no solo consiguieron a Brown, sino que también ganaron la “guerra psicológica” que a veces acompaña a los grandes fichajes. Una jugada maestra fuera del campo que añade una nota interesante a la temporada de traspasos.