El US Lecce, club italiano con una reputación bien ganada por su habilidad para descubrir jóvenes promesas y lanzar sus carreras en el competitivo escenario de la Serie A, parece estar a punto de concretar un nuevo e interesante movimiento en el mercado de fichajes. Todos los indicios, confirmados por diversos medios en Italia, señalan que el siguiente destino del talentoso lateral derecho chileno Matías Pérez es el Estadio Via del Mare.
Con apenas 20 años cumplidos en abril, Pérez llega procedente del Curicó Unido chileno. La operación, según se reporta, se cerraría en una cifra cercana a los 500.000 euros, un monto que, si bien no es estratosférico, encaja perfectamente con la filosofía del club de Apulia: invertir de manera inteligente en potencial futuro.
Matías Pérez no es un desconocido en el circuito juvenil de su país. Es un habitual en las convocatorias de la Selección Chilena Sub-20, lo que ya habla de su proyección. En el ámbito de clubes, fue promovido al primer equipo de Curicó Unido a principios de 2024 y, a pesar de ser su primer año en la escuadra adulta, ha sumado 17 apariciones en la Liga de Ascenso, la segunda categoría del fútbol chileno. Una experiencia inicial valiosa que ahora buscará potenciar en Europa.
Este fichaje es la viva imagen de la estrategia impulsada por el director deportivo del Lecce, Pantaleo Corvino. Conocido por su red global de ojeadores y su ojo clínico para detectar talento crudo en ligas de menor perfil, Corvino ha convertido al Lecce en una suerte de “laboratorio” o, para ser más directos, una “fábrica” (dicho con todo respeto, claro está) donde los jóvenes llegan, se desarrollan, y si todo va bien, dan el salto a clubes de mayor envergadura por cifras significativamente mayores. Pérez parece ser la más reciente adición a esta particular cadena de producción.
La noticia, publicada por medios de peso en el deporte italiano como Sky Sport Italia, Tuttomercatoweb y Sportitalia, sugiere que el acuerdo está virtualmente cerrado. La llegada de Pérez se suma a otras apuestas por la juventud que ha hecho el Lecce, como el delantero de 17 años Francesco Camarda, cedido desde el Milan buscando minutos. La dirección es clara: futuro y desarrollo.
Para Matías Pérez, este traspaso representa un salto cuántico en su carrera. Pasar de la segunda división chilena a la máxima categoría del fútbol italiano es un desafío monumental y una oportunidad de oro. Ahora queda por ver cómo se adapta a un fútbol mucho más táctico y exigente. Si logra responder a las expectativas, Matías Pérez podría ser el próximo nombre chileno en dejar huella en la Serie A, siguiendo la estela de la “fábrica” de talentos del Lecce.