La victoria del Milan contra el Verona fue vital para su posición en la tabla, pero el rendimiento del equipo dejó mucho que desear. A pesar de enfrentarse a un rival que ha sufrido derrotas aplastantes en casa recientemente, el Milan luchó para crear oportunidades claras.
El juego ofensivo sigue siendo una preocupación, con poco progreso visible desde la temporada anterior. La ausencia de varios jugadores clave no justifica completamente la falta de fluidez en el ataque.
Destacaron positivamente Fofana y Reijnders, cuya combinación resultó decisiva para la victoria. Sin embargo, otros fichajes como Chukwueze y Royal no lograron impresionar. El problema más evidente sigue siendo la posición de delantero centro, donde ni Abraham ni Morata han logrado igualar la efectividad de Giroud.
En defensa, la pareja Gabbia-Thiaw muestra signos de mejora. La recuperación de Theo Hernandez parece que será un proceso largo, mientras que el joven Jimenez ha sido una grata sorpresa, especialmente en el mediocampo ofensivo.
De cara al futuro, el Milan debe enfocarse en cerrar bien el año y prepararse para la Supercopa. La recuperación de los jugadores lesionados será crucial, ya que las lesiones se han convertido en un problema preocupante para el equipo.