En el vasto y a menudo impredecible universo del fútbol italiano, pocas cosas son tan predecibles como la intensidad de un choque entre gigantes de la Serie A. El reciente encuentro entre el AC Milan y el Napoli no fue la excepción, entregando una batalla épica que vio a los Rossoneri alzarse con una victoria por 2-1. Más allá del marcador, fue un triunfo del carácter, la resiliencia y, según su propio timonel, la «inteligencia» en estado puro.
El Drama se Sirve en San Siro
El partido comenzó con un Milan que parecía dispuesto a devorar a su rival. En apenas 31 minutos, el conjunto local ya disfrutaba de una ventaja de 2-0, con Christian Pulisic erigiéndose como la figura estelar. El estadounidense no solo orquestó el primer gol para Alexis Saelemaekers, sino que también encontró la red él mismo, desatando la euforia en las gradas de San Siro. La primera parte, en palabras del propio Massimiliano Allegri, fue «magnífica».
Sin embargo, el fútbol, con su gusto por lo dramático, tenía otros planes. La expulsión de Pervis Estupiñán por una falta sobre Giovanni Di Lorenzo cambió drásticamente el rumbo del encuentro. El penalti resultante fue convertido por Kevin De Bruyne, y de repente, la cómoda ventaja del Milan se transformó en una tensa prueba de supervivencia con diez hombres. Los minutos finales fueron un auténtico calvario, con David Neres rozando el empate para el Napoli en el tiempo añadido. Pero el Milan, aferrándose con uñas y dientes, aguantó. Ni el mismísimo Dante habría podido imaginar un infierno tan dulce.
Allegri: El Espíritu Inquebrantable y los Pies en la Tierra
Para Max Allegri, el estratega al mando del Milan, la victoria fue mucho más que tres puntos. «Estoy feliz porque esta fue una prueba importante y muy difícil contra un Napoli de calidad», declaró el técnico. Su análisis es tan pragmático como inspirador:
«Nuestra primera mitad fue excelente, la segunda, lamentablemente, nos vio con 10 hombres. Al menos logramos practicar nuestra defensa, estas son situaciones en las que puedes verte obligado a ceder oportunidades de gol. Los muchachos lo hicieron muy bien, pero esto es solo el principio. Debemos disfrutar la victoria esta noche, luego, a partir de mañana, empezar a enfocarnos en el próximo partido.»
La capacidad de «saber sufrir bajo presión» es una constante en la filosofía de Allegri. Esta victoria es la quinta consecutiva para el Milan entre la Serie A y la Coppa Italia, un registro impresionante de 11 goles a favor y solo uno en contra. Pero el técnico, con la sabiduría que le caracteriza, insiste en que el trabajo apenas comienza.
La Mente Maestra en el Campo: Luka Modrić, el `Viejo Sabio` de 40 Años
Si bien Pulisic acaparó los titulares por sus goles, Allegri se tomó un momento para destacar a un jugador cuya contribución, aunque menos vistosa, fue igualmente crucial: Luka Modrić. El hecho de que el croata, a sus 40 años (en este universo ficticio), siga siendo una pieza fundamental es, en sí mismo, un testimonio de su grandeza.
Allegri describió el impacto de Modrić en el campo con una precisión quirúrgica:
«Tenerlo delante de la defensa aporta calidad, pero también inteligencia al cerrar los canales de pase. Puede recuperar el balón más con intercepciones que con entradas, ahí es donde puede ser extremadamente valioso.»
Mientras otros jugadores de su edad podrían estar pensando en un retiro tranquilo, Modrić demuestra que la experiencia y la lectura del juego pueden ser más potentes que la velocidad o la fuerza física. Es un «maestro de las intercepciones», un ajedrecista del campo que anticipa el movimiento antes de que suceda. En un fútbol cada vez más físico, la inteligencia de Modrić es un recordatorio de que la mente sigue siendo el músculo más importante.
Táctica Flexible y el Regreso de los Ausentes
La adaptabilidad táctica de Allegri también fue un punto clave. El Milan ha experimentado con diferentes formaciones, incluyendo un 3-5-2, para maximizar las virtudes de sus jugadores. La mención de Rafael Leao y Nkunku, que están recuperando su forma física tras lesiones, es música para los oídos de los aficionados. «Tenemos muchos jugadores de ataque diferentes que podemos usar en distintos roles», explicó Allegri, subrayando la importancia de tener opciones y de que todos estén al 100%.
Recordando la sorprendente derrota inicial ante el Cremonese, Allegri lo calificó como «extraño», atribuyéndolo a distracciones y ocasiones perdidas. Una dosis de humildad irónica, quizás, que destaca cómo el fútbol puede cambiar radicalmente de un partido a otro.
Mirando al Futuro: Un Clásico Inevitable
Con esta victoria, el Milan se sitúa colíder de la tabla con 12 puntos, empatado con Napoli y Roma. El camino es largo y sinuoso, pero el impulso está de su lado. El próximo desafío, y no uno cualquiera, será contra la Juventus, el antiguo club de Allegri. «Es un poco extraño, ya que he jugado este partido en ambos lados, estuve primero en el Milan, luego en la Juve, ahora de vuelta en el Milan de nuevo. ¡Es un encuentro maravilloso de todos modos!», concluyó Allegri con una sonrisa, anticipando lo que promete ser otro capítulo memorable en la rica historia del fútbol italiano.
La Serie A está más viva que nunca, y el Milan, bajo la batuta de Allegri y la inquebrantable sabiduría de sus veteranos, ha demostrado que tiene los ingredientes no solo para competir, sino para aspirar a grandes cosas. El espíritu, la táctica y la inteligencia han dictado sentencia. Y en el fútbol, pocas sentencias son tan hermosas.
Álvaro Montenegro 
Mateo Beltrán