Tras una victoria contundente, el entrenador italiano Roberto De Zerbi marca un antes y un después para el Olympique de Marsella. Con nuevos talentos y una renovada energía, el club marsellés se prepara para una semana decisiva que pondrá a prueba su ambición en la Champions League y en la Ligue 1.
Un Amanecer Tardío, Pero Contundente
El calendario del fútbol a veces tiene su propia lógica. Para muchos, una temporada arranca con el pitido inicial de la primera jornada. Pero para Roberto De Zerbi, el estratega al mando del Olympique de Marsella, el verdadero pistoletazo de salida ha resonado en la cuarta fecha, tras la aplastante victoria por 4-0 sobre el Lorient. “Hoy, es como si la temporada hubiera comenzado”, declaró el técnico italiano, con una sonrisa que apenas disimulaba la satisfacción por el rendimiento de su equipo. Una afirmación que, con una pizca de ironía, sugiere que los tres partidos anteriores fueron poco más que un calentamiento prolongado.
Este optimismo no es gratuito. La goleada no solo sumó tres puntos vitales, sino que también sirvió como carta de presentación para las nuevas incorporaciones: Arthur Vermeeren, Benjamin Pavard y Nayef Aguerd. Jugadores que, según De Zerbi, han inyectado una dosis de calidad y profundidad que antes escaseaba. “Jugamos muy bien en los primeros 25 minutos, en todos los aspectos: presión, juego, velocidad. Creamos muchas ocasiones”, detalló el entrenador, destacando la sinergia casi inmediata entre los recién llegados y el resto del plantel.
La Fortaleza en la Retaguardia: Un Muro Renovado
Gran parte del entusiasmo de De Zerbi se centra en la solidez defensiva que ahora exhibe su equipo. Los nombres de Aguerd y Pavard, junto a un “muy fuerte” Medina, conforman una zaga que inspira confianza. “Podemos hacer daño a los rivales también a balón parado”, añadió, revelando la versatilidad de sus defensores. Para un equipo con aspiraciones europeas, una retaguardia inquebrantable es tan crucial como un ataque voraz, y parece que el Marsella ha encontrado el equilibrio justo a tiempo. “Cuando los jugadores son buenos, todo es inmediatamente más fácil”, sentenció el técnico, con la pragmática sabiduría que le caracteriza.
El Bernabéu y Le Classique: La Verdadera Prueba de Fuego
Pero el fútbol, como la vida, no permite demasiados respiros. Si la victoria contra el Lorient fue el “verdadero inicio”, la próxima semana será el examen final. Les Olympiens se preparan para un doblete de proporciones épicas. Primero, el coloso Real Madrid aguarda en el icónico Santiago Bernabéu para el debut en la UEFA Champions League. Un escenario donde la historia y la leyenda se entrelazan, y donde el Marsella, con su propia rica tradición europea, buscará dejar su huella. “Debemos ir a Madrid con el objetivo de lograr un buen resultado, con humildad pero con ambición. Eso es lo que nos exigen la ciudad y el club”, afirmó De Zerbi, subrayando la magnitud del desafío.
Y como si un viaje a la capital española no fuera suficiente, el fin de semana traerá consigo la madre de todas las batallas del fútbol francés: Le Classique. El eterno rival, el Paris Saint-Germain, visitará el Vélodrome en un duelo que trasciende los puntos y se adentra en la identidad y el orgullo regional. Será la oportunidad perfecta para que este “nuevo” Marsella demuestre si su resurgimiento es una promesa o una realidad.
Humildad y Ambición: La Fusión de un Club Histórico
La filosofía de De Zerbi parece clara: honrar el pasado glorioso del Olympique de Marsella, un club con una Copa de Europa en sus vitrinas, sin olvidar el punto de partida. “Venimos a la Champions League como un club con historia; pero no debemos olvidar de dónde venimos”, reflexionó. Es un equilibrio delicado entre la grandeza heredada y la necesidad de construir un futuro sólido, paso a paso, con los pies en la tierra pero la mirada en las estrellas.
Esta semana no solo definirá el rumbo inmediato del Marsella en la competición europea y doméstica, sino que también sentará las bases de la era De Zerbi. Los aficionados marselleses, conocidos por su pasión volcánica, esperan que este “verdadero inicio” sea el preludio de una temporada memorable. La cuenta atrás ha comenzado, y el fútbol, en su impredecible sabiduría, nos dirá si este despertar ha llegado en el momento justo.