Luis Henrique, el joven extremo brasileño, ha experimentado una notable transformación en el Olympique de Marsella. Tras un inicio difícil que lo llevó a ser considerado un fichaje fallido, Henrique ha logrado revertir su situación y convertirse en un jugador valioso para el equipo.
Después de un préstamo poco exitoso en Botafogo, Henrique regresó a Marsella en enero. Aunque inicialmente no formaba parte de los planes del club, las lesiones y ausencias en el equipo le brindaron una oportunidad que supo aprovechar.
Bajo la dirección de Roberto De Zerbi, Henrique ha florecido. El entrenador italiano ha sabido sacar lo mejor del jugador, utilizándolo en diversas posiciones del campo. Esta temporada, Henrique ha marcado seis goles y proporcionado cuatro asistencias, acercándose a su mejor registro profesional.
La versatilidad de Henrique ha sido fundamental para su éxito. De Zerbi lo ha empleado como mediocampista e incluso como carrilero en un sistema de tres defensores, demostrando su adaptabilidad táctica.
El resurgimiento de Luis Henrique es un testimonio de la paciencia y el desarrollo de talento en el fútbol. De ser un jugador al margen, se ha convertido en una de las principales amenazas ofensivas del Olympique de Marsella, que busca competir con el Paris Saint-Germain por el título de la Ligue 1.