Imagina tener una posición de tu equipo bien cubierta, incluso con opciones de sobra, y de repente, verte sin casi efectivos. Esa es la curiosa (y urgente) situación que vive el LOSC Lille en este mercado de fichajes en lo que respecta al lateral izquierdo.
La temporada pasada, el conjunto francés podía permitirse el lujo de rotar entre Ismaily, Mitchel Bakker y Gabriel Gudmundsson. Tres nombres para un puesto, lo que parecía garantía de tranquilidad. Sin embargo, el fútbol es un negocio dinámico y a veces, caprichoso. Ismaily, el más veterano, no continuó. Bakker, que estaba cedido, regresó a la disciplina del Atalanta. Y para rematar, Gabriel Gudmundsson hizo las maletas rumbo a Inglaterra, dejando en las arcas del Lille unos respetables 12 millones de euros.
El resultado de este éxodo masivo es que, a día de hoy, el único lateral izquierdo `natural` en la plantilla del primer equipo es Vincent Burlet. Un joven talento belga de 19 años que dejó buenas sensaciones en su cesión la temporada pasada. Prometedor, sin duda, pero asumir la titularidad en la Ligue 1 sin más alternativas es, cuanto menos, una apuesta arriesgada. La necesidad es clara y palpable.
Ante este panorama desolador (desde el punto de vista de la planificación), la dirección deportiva del Lille se ha activado con celeridad. Y el nombre que ha escalado posiciones hasta convertirse en el principal objetivo es el de David Möller Wolfe.
Este defensa noruego, de 23 años, milita actualmente en el AZ Alkmaar de los Países Bajos. Llegó allí en 2023 procedente del SK Brann por una cifra modesta (unos 2,5 millones de euros) y en poco tiempo se ha asentado y demostrado su valía, llegando incluso a ser internacional absoluto con Noruega.
Según informaciones que llegan desde Francia, las primeras tomas de contacto entre clubes ya se han producido. Y hay una buena noticia para el Lille: parece que David Möller Wolfe ve con muy buenos ojos la posibilidad de probar suerte en la Ligue 1. El jugador estaría receptivo a un cambio de aires.
Pero aquí es donde aparece el `pero` de rigor en cualquier operación de mercado. El AZ Alkmaar sabe del potencial y la progresión de Wolfe, así como de la necesidad urgente del comprador. Por ello, han tasado a su lateral en una cifra cercana a los 9 millones de euros. Una cantidad que, aunque pueda parecer razonable para un jugador con su proyección y estatus de internacional, el Lille considera elevada en el contexto de la negociación actual.
Esta diferencia económica ha supuesto un frenazo en las conversaciones, al menos por ahora. La operación no está caída, pero sí estancada. El Lille necesita reforzar esa posición de manera prioritaria, pero tampoco quiere (o puede) pagar cualquier precio. El AZ, por su parte, no tiene prisa y sabe que tiene un activo valioso con contrato hasta 2028.
El tiempo apremia en el mercado, especialmente cuando tienes un agujero tan grande en una posición clave. El caso de David Möller Wolfe ilustra perfectamente la danza compleja de los traspasos: el deseo del jugador, la necesidad del comprador y la firmeza (o especulación) del vendedor. El Lille sigue buscando a su lateral izquierdo, y aunque el noruego sea el favorito, los 9 millones que pide el AZ son un obstáculo que, de momento, parece difícil de saltar. La saga continuará…