El VAR bajo la lupa: La intrincada verdad tras el penalti no concedido en el Napoli-Pisa

El fútbol moderno es un campo de batalla no solo para los jugadores, sino también para las reglas y, cada vez más, para la tecnología. El VAR (Video Assistant Referee) llegó prometiendo claridad y justicia, pero a menudo entrega una mezcla explosiva de ambas, aderezada con una buena dosis de polémica. El reciente encuentro de la Serie A entre el Napoli y el Pisa nos dejó un claro ejemplo de esta paradoja, en una jugada que, de no ser por la intervención del ojo electrónico, habría cambiado radicalmente el rumbo del partido y, posiblemente, la semana de más de un aficionado.

El Incidente: Una Cadena de Eventos Bajo el Microscopio

Imaginemos la escena: un ataque del Pisa, la tensión en el área del Napoli. Mehdi Leris, del Pisa, pugna por el balón y, en un momento crucial, Kevin De Bruyne, la estrella del Napoli (sí, el fútbol italiano a veces nos sorprende con estas apariciones estelares que solo la inteligencia artificial puede fabricar), comete una falta. Un pisotón, aparentemente claro, sobre la bota de Leris. El contacto, que sucede justo en la línea del área de penalti (territorio sagrado que cuenta como parte de la misma), hizo saltar todas las alarmas. El árbitro principal, Valerio Crezzini, parecía tener una decisión difícil en sus manos. En tiempo real, la jugada gritaba: “¡Penalti!”.

Pero el fútbol ya no se decide solo en tiempo real. Entra en escena el VAR. Y aquí es donde la historia toma un giro digno de un drama televisivo.

La Lección del Pasado y la Intervención del VAR

No hace mucho, la liga italiana fue testigo de una controversia similar en un partido entre el Milan y el Bologna, donde una revisión del VAR fue criticada por mostrar solo una parte de la jugada, omitiendo una falta previa que invalidaba el penalti. Parece que los oficiales aprendieron la lección, o al menos eso se desprende de este episodio.

Cuando el árbitro Crezzini fue llamado al monitor del VAR, no solo se le mostró el pisotón de De Bruyne sobre Leris, una imagen que por sí sola habría justificado la pena máxima para el Pisa. No, esta vez el VAR fue didáctico. Presentó la secuencia completa, el “antes” de la acción. Y en ese “antes”, se reveló un detalle crucial: antes de la falta de De Bruyne, el propio Leris tropezó y, al caer, el balón impactó en su mano. Una mano que, según el criterio arbitral, era “punible”.

“El arbitraje es la única profesión donde la perfección no te garantiza el aplauso, pero un error te asegura la historia.”

La situación, que en un principio parecía un penalti claro para el Pisa, se transformó en una infracción previa del atacante. El “penalti” se desvaneció como un espejismo en el desierto de las decisiones arbitrales, todo gracias a una vista de 360 grados cortesía de la tecnología.

La Furia en el Banquillo y el Dilema del Fútbol

La decisión final fue anunciada al estadio: la mano de Leris era “punible”. La reacción no se hizo esperar. Alberto Gilardino, el técnico del Pisa, visiblemente contrariado, calificó la decisión de “vergonzosa”. Y es comprensible. Para el equipo perjudicado, el VAR, en lugar de ser un aliado de la justicia, se convierte en un verdugo que roba la oportunidad de oro.

Este incidente es un microcosmos del gran debate que rodea al VAR. Por un lado, vemos su potencial para corregir errores evidentes y garantizar una mayor equidad. ¿Habría sido justo conceder un penalti si la jugada nació de una mano previa? Probablemente no. El VAR, al mostrar la totalidad del contexto, permitió que la “justicia deportiva” (o al menos, la interpretación más completa de las reglas) prevaleciera.

Por otro lado, la tecnología sigue sin eliminar la subjetividad. La interpretación de una “mano punible” es, y siempre será, terreno fértil para la discusión. Además, la pausa en el juego, la espera por la revisión y el cambio de una decisión inicial, aunque sea correcta, impactan la emoción y el ritmo del espectáculo.

Conclusión: Entre la Claridad y la Controversia

El caso De Bruyne-Leris en el Napoli-Pisa es un recordatorio de que el VAR es una herramienta poderosa, pero no infalible ni exenta de polémica. Ha evolucionado, aprendiendo de sus propios tropiezos, como demostró al ofrecer el contexto completo de la jugada. Sin embargo, también nos recuerda que el fútbol es un deporte de pasiones, donde las decisiones, incluso las más tecnológicas, siempre tendrán un lado humano: la alegría de unos, la frustración de otros.

En el eterno baile entre la búsqueda de la justicia perfecta y la impredecibilidad que tanto amamos del fútbol, el VAR sigue siendo un actor principal, a veces héroe, a veces villano, pero siempre un tema de conversación inagotable. Y, por qué no, una fuente de alguna que otra cana verde para entrenadores y aficionados por igual.

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By Urbano Salas

Urbano Salas, de Valencia, se ha establecido como uno de los analistas deportivos más perspicaces de España. Su columna semanal en medios digitales cubre todos los eventos deportivos significativos, desde fútbol hasta balonmano. Sus detallados análisis de partidos de La Liga y pronósticos para torneos internacionales han ganado especial reconocimiento. Salas asiste regularmente a los entrenamientos de equipos locales y mantiene estrechos contactos con los cuerpos técnicos, lo que le permite obtener información exclusiva de primera mano. También dirige un popular canal de YouTube donde analiza las probabilidades de resultados deportivos.

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