En el minuto 93 del partido de la jornada 27 de La Liga española entre el Alavés y el Villarreal (1-0), el árbitro Miguel Ángel Ortiz Arias mostró la segunda tarjeta amarilla al jugador local Antonio Blanco, pero olvidó mostrarle la tarjeta roja.

Unos 50 segundos después, el árbitro fue alertado por el VAR, detuvo el juego y finalmente expulsó a Blanco. Sin embargo, durante ese breve lapso de tiempo, el Alavés jugó con un futbolista que no debía estar en el campo.



El equipo local terminó el partido con nueve jugadores (su portero Antonio Sivera había sido expulsado en el minuto 58), pero logró mantener el resultado victorioso.