Enzo Maresca ha implementado rápidamente su sistema en el Chelsea, mostrando ya patrones claros de cómo el italiano quiere que juegue su equipo, construyendo desde atrás a un ritmo más lento, manteniendo a los jugadores más cerca y buscando asfixiar a los equipos en su propia mitad del campo.
La importancia de los extremos en este sistema es enorme. A menudo se les da la mayor libertad para ser directos con sus acciones, buscando que algo suceda.
En un mundo ideal, estos jugadores de banda son capaces de ir en ambos sentidos (por dentro y por fuera) para causar a los laterales rivales una variedad de problemas diferentes a lo largo de un partido.

El extremo ideal de Maresca es aquel que puede superar a su hombre de forma consistente en situaciones de 1 contra 1, enviar balones al área con una variedad de técnicas, como pases retrasados y centros bombeados al segundo palo, pero que también tenga la capacidad de ser una amenaza de gol, recortando hacia dentro y disparando.
Los Blues quizás tuvieron al jugador perfecto para este sistema allá por 2004. Un tal Arjen Robben era un extremo que podía superar a su hombre para llegar a la línea de fondo, pero, lo que es más importante, poseía una de las armas más mortíferas al recortar hacia dentro y disparar con su pie izquierdo.
La carrera de Arjen Robben en el Chelsea en números
El Chelsea fichó a Robben en 2004, y el extremo holandés se unió a los Blues procedente del PSV Eindhoven por una cifra de alrededor de 12 millones de libras.
El holandés hizo 106 apariciones con el Chelsea, marcando 19 goles, dando 21 asistencias y sumando 6.632 minutos jugados.
Desarrolló una especie de movimiento característico, recortando hacia dentro desde la banda derecha, teniendo la capacidad de doblar el balón hacia la esquina izquierda lejana, entrando con su pie izquierdo más fuerte.
Esto se vio en sus primeros días en el Chelsea, pero se desarrolló aún más en sus años en el Real Madrid y el Bayern de Múnich después de dejar Londres, llegando a ser uno de los mejores del mundo.

Robben habría prosperado en el sistema de Maresca, siendo puesto constantemente en situaciones de 1 contra 1 para atacar al lateral con la licencia para ser creativo y variar sus acciones entre atacar la línea de fondo y moverse hacia dentro.
Da la casualidad de que parece que el Chelsea ya vendió a alguien que podría haber proporcionado esa misma amenaza bidireccional desde la banda en 2023.
El Chelsea podría haber vendido ya al nuevo Robben
El Chelsea vendió a un tal Callum Hudson-Odoi al Nottingham Forest en el mercado de fichajes de verano de 2023/24.
Los Tricky Trees sólo pagaron unos míseros 3 millones de libras para asegurar los servicios del joven extremo, con un potencial de 2 millones de libras en complementos para elevar el total a 5 millones de libras. Es seguro decir que ese acuerdo le ha mordido al Chelsea en la espalda con su forma después de que la salida se disparara a nuevas alturas. Ahora, en 2025, el graduado de Cobham está en la mejor forma de su carrera.

Si bien sus métricas por 90 minutos son en su mayoría bajas, jugando en un equipo con menor posesión, su efectividad ha aumentado claramente, con el jugador de 24 años teniendo ahora una ratio de 0,14 goles por disparo, mostrando su aumento de eficiencia.
Entonces, ¿de dónde surge la comparación con Robben?
Bueno, al igual que el gran holandés, Hudson-Odoi está haciendo ahora una especie de marca registrada de recortar hacia dentro. Diestro, a diferencia del zurdo de Robben, ha disfrutado mucho recortando hacia dentro desde la izquierda y colocando el balón en la esquina derecha lejana.
Como resultado, es probable que, considerando su forma y la pequeña cuota de 3 millones de libras, el Chelsea se arrepienta de la venta de su ‘estrella’ de la academia, como fue descrito por su compañero de equipo en el Forest y ex defensa del Chelsea, Ola Aina.