El Olympique Lyonnais ha tenido una semana para olvidar. Primero, sufrieron una cruel eliminación de la Europa League a manos del Manchester United, y luego vieron cómo sus esperanzas de clasificación para la Liga de Campeones se veían mermadas tras la derrota contra su eterno rival, el AS Saint-Étienne, el domingo por la noche.
Según informes, estos dos resultados han dejado huella en la corta etapa de Paulo Fonseca al frente del equipo, con algunos miembros del vestuario cuestionando sus decisiones y las de su cuerpo técnico.
Se dice que Corentin Tolisso y Alexandre Lacazette están descontentos con la decisión de Fonseca de dar más protagonismo a jugadores más jóvenes como Rayan Cherki, Georges Mikautadze y Moussa Niakhaté.
Algunas fuentes cercanas al vestuario han puesto en duda la capacidad del entrenador para manejar “grandes egos”, una crítica que ya surgió durante los seis meses que estuvo al mando del AC Milan al inicio de la temporada.
Se rumorea que Nemanja Matić, quien supuestamente sufrió un golpe antes del partido contra el Saint-Étienne, fue descartado para ese encuentro porque estaba dolido por la decisión de no alinearlo en ninguno de los dos partidos de la eliminatoria de la Europa League contra su antiguo equipo, el Manchester United.