Evelina Christillin, ferviente seguidora de la Juventus, presidenta del Museo Egipcio de Turín y miembro adicional de la UEFA en el Consejo de la FIFA, se sincera en una entrevista con el Corriere della Sera.
El 4 de abril termina su experiencia con la FIFA y la UEFA. ¿Por qué no se ha vuelto a presentar como candidata?
«Podría haber optado a un tercer mandato, pero me estoy haciendo demasiado mayor y además tuve un cáncer de tiroides que me impulsó a reducir el ritmo».
Volvamos a la UEFA y la FIFA. En la decisión de dimitir al vencimiento de su mandato, ¿ha tenido algún papel la familia Agnelli?
«No lo niego. El asunto de la Superliga fue muy doloroso para mí».
Lapo Elkann la llamó ingrata: «Es grotesca, sin alma y sin dignidad, una trepadora social».
«Esa frase desató reacciones muy agresivas por parte de los aficionados. Durante tres meses tuve que ir con escolta. No podía volver a pisar el estadio. Me sentí muy mal: yo tuve a Lapo en brazos recién nacido; iba a buscarlo al catecismo ruso, en París, sacándolo antes a escondidas para comprarle un helado».
¿Habla con John?
«No, pero vivimos cerca. Si nos cruzamos, nos saludamos».
¿Ha vuelto al estadio?
«No, pero volví a ver a la Juve, en Brujas. De forma muy privada, con cuatro amigos. Tenemos un chat que se llama Super Gobbi, donde también están Stefano Bonaccini y Andrea Gnassi, ex presidente de la Comisión de Turismo de Emilia Romaña».
¿El mejor entrenador de la Juve de todos los tiempos?
«Difícil… Lippi y Conte».
¿El jugador?
«Platini toda la vida».
¿Le gustaría ser presidenta?
«No, basta. Vivo la Juve como una aficionada feliz, a pesar de todo lo que ha pasado. Porque lo único que no se puede cambiar en la vida es el equipo de fútbol».
¿Qué era el Avvocato para usted?
«Un punto intermedio entre un maestro y un amigo. Un mentor, también, aunque no le habría gustado la definición. Gran parte de lo que he conseguido hacer en el mundo del deporte es mérito suyo».
¿Qué le pasó por la cabeza para definir a Thohir como «un muñeco regordete con ojos rasgados»?
«Inexperiencia. Quise hacer una broma pensando en el muñeco de mi hija. Pedí disculpas de inmediato».