La Coppa Italia, ese torneo de eliminatorias donde las sorpresas son tan esperadas como los goles, fue testigo de una exhibición de poderío por parte del AC Milan. En un encuentro disputado el 23 de septiembre de 2025 en el mítico Estadio Giuseppe Meazza, los Rossoneri no solo aseguraron su pase a la siguiente fase con una victoria contundente de 3-0 sobre el Lecce, sino que también dejaron una clara declaración de intenciones: este Milan viene a por todas.
Un Inicio Frenético y un Giro Inesperado
Desde el pitido inicial, el Milan, dirigido desde la distancia por un suspendido Massimiliano Allegri, salió al campo con una energía palpable. No había tiempo para especulaciones. La portería del Lecce fue asediada por los ataques milanistas, con Santiago Giménez, Ruben Loftus-Cheek y Christopher Nkunku coqueteando con el gol en los primeros diez minutos. Parecía que el gol era cuestión de tiempo, pero el destino, o más bien el VAR, tenía otros planes para acelerar la narrativa.
Corría el minuto 18 cuando Jamil Siebert del Lecce se vio envuelto en una jugada decisiva. Una falta al borde del área sobre un lanzado Nkunku, que inicialmente se saldó con una tarjeta amarilla, fue revisada por el videoarbitraje. La sentencia fue inapelable: tarjeta roja directa por negar una clara oportunidad de gol. De repente, el Lecce, que ya venía con diez cambios en su alineación (incluyendo al prometedor Francesco Camarda, cedido precisamente por el Milan), se encontró con la monumental tarea de enfrentar al gigante milanés con un hombre menos. Una invitación que el Milan, por supuesto, no iba a desaprovechar.
“La expulsión temprana fue como quitarle un par de ruedas a un coche de carreras en plena competencia. El Lecce pasó de ser un contendiente a una lección de resistencia, aunque admirablemente infructuosa.”
Goles y Promesas: El Milan Explota su Ventaja
La respuesta rossonera a la superioridad numérica no se hizo esperar. Apenas dos minutos después de la expulsión, Santiago Giménez aprovechó un exquisito centro raso de Davide Bartesaghi desde la izquierda para empujar el balón a la red, anotando su primer gol competitivo de la temporada. Un tanto que abrió la lata y tranquilizó las aguas de San Siro.
A pesar de la ventaja, el Milan no se durmió en los laureles. Los postes y travesaños se convirtieron en cómplices inesperados del Lecce, negando el gol a Adrien Rabiot y Loftus-Cheek en múltiples ocasiones. La madera del arco, parece, se había propuesto ser la MVP defensiva del Lecce, para desesperación de los aficionados locales.
La segunda mitad comenzó con la misma tónica, y solo seis minutos después del reinicio, Christopher Nkunku, uno de los debutantes de la noche (junto a Koni De Winter), se elevó acrobáticamente para conectar un centro de Alexis Saelemaekers tras un córner. Su remate, tan enfático como su característica celebración (¿recordamos el globo?), significó el 2-0. Un gol que premiaba su incansable búsqueda y dejaba claro el talento de esta nueva incorporación.
El Impacto del `Capitán América` Pulisic
Con el partido encarrilado, Stefano Pioli (o quien supliera a Allegri en el banquillo) movió fichas. Uno de esos cambios fue la entrada de Christian Pulisic. El estadounidense no tardó en demostrar su valía. Con una sincronización perfecta, Pulisic remató de primera un centro de Youssouf Fofana desde la banda derecha. Gol. Tres a cero. Había estado en el campo apenas unos minutos, pero su instinto goleador ya había dejado su sello. Un cambio de oro, o quizás de pólvora, dependiendo de la metáfora que prefieran.
- Resultado: AC Milan 3-0 Lecce
- Goles: Santiago Giménez (20`), Christopher Nkunku (51`), Christian Pulisic (64`)
- Incidencia Clave: Tarjeta roja a Jamil Siebert (Lecce, 18`)
- Estadio: Giuseppe Meazza (San Siro), Milán
Mirando al Horizonte: El Camino en la Coppa
Esta victoria no solo es un paso más en la competición copera, sino también una inyección de moral y una oportunidad para que nuevos talentos como De Winter, Nkunku y Samuele Ricci (quien reemplazó a Luka Modric en el once) demuestren su valía en el equipo. El Milan avanzó de ronda con solvencia, mostrando una profundidad de plantilla que será crucial a lo largo de la temporada.
Los Rossoneri ya tienen la mirada puesta en el siguiente desafío de la Coppa Italia. Habiendo superado los octavos de final con esta notable victoria, se preparan para afrontar los cuartos de final, donde se enfrentarán a la Lazio el próximo 3 de diciembre. Un duelo que promete ser de mayor envergadura y pondrá a prueba la solidez y ambición de este renovado AC Milan. La búsqueda de la Coppa continúa, y el Milan ha dejado claro que está listo para el combate.