En el caprichoso ajedrez del fútbol, a veces las piezas se mueven en círculos, buscando el punto exacto donde la ambición se encuentra con la nostalgia. Este es el caso de Florian Thauvin, campeón del mundo con Francia en 2018, quien, tras un periplo internacional que incluyó las ligas inglesa, mexicana e italiana, ha decidido cerrar el círculo regresando a la Ligue 1 de la mano del ambicioso RC Lens.
La noticia, confirmada por diversas fuentes, señala un acuerdo total entre el RC Lens y el Udinese por una suma que ronda los 6 millones de euros. Thauvin, de 32 años, firmaría un contrato por tres temporadas, una muestra de la confianza que el club del norte de Francia deposita en la experiencia y calidad de un jugador que, a pesar de sus altibajos, sigue teniendo ese `toque` de magia que lo hizo brillar en el pasado.
Pero más allá de los números, la historia de Thauvin es la de un talento precoz que buscó nuevos horizontes. Tras brillar en el Olympique de Marsella, probó suerte en la Premier League con el Newcastle, y luego, en una decisión que sorprendió a muchos, cruzó el Atlántico para unirse a los Tigres de la UANL en la Liga MX. Su paso por México fue una montaña rusa: momentos de brillantez opacados por lesiones y una adaptación quizás no tan fluida como se esperaba. “Era una experiencia diferente, una cultura vibrante,” diría él, aunque la añoranza del fútbol europeo era palpable. Su breve escala en el Udinese de la Serie A sirvió como puente para este retorno.
Para el RC Lens, la llegada de Thauvin no es un mero capricho, sino una necesidad táctica. El club, conocido por su ojo para el talento y su filosofía de juego ofensiva, ha visto mermadas sus opciones en ataque tras las salidas de M’bala Nzola (quien regresó a la Fiorentina) y Goduine Koyalipou (cedido al Levante con opción de compra). La experiencia y versatilidad de Thauvin, capaz de jugar por banda o detrás del delantero, lo convierten en una pieza valiosa para un equipo que busca consolidarse en la élite francesa y, quizás, aspirar a competiciones europeas.
El regreso de Thauvin a Francia se suma a una curiosa tendencia de campeones del mundo de 2018 que, tras aventuras internacionales, eligen volver a casa. Paul Pogba, Olivier Giroud… parece que el `terruño` tira. Para Thauvin, esta es una oportunidad de oro para relanzar su carrera, demostrar que la chispa sigue intacta y, quizás, silenciar a aquellos que lo daban por `perdido` en ligas menores o con lesiones crónicas. Si logra recuperar su mejor nivel, los 6 millones de euros invertidos por Lens parecerán una ganga. Si no, bueno, el fútbol es así, una eterna apuesta.
Así, Florian Thauvin, el “Odiseo” del fútbol francés, desembarca nuevamente en su tierra. Con la madurez de los 32 años y la experiencia de un mapa mundial en sus botas, buscará escribir un nuevo capítulo exitoso en la historia del RC Lens. La pelota está en su campo. Literalmente.