El fútbol, ese deporte que mueve pasiones y millones, es también un terreno fértil para el debate estratégico. Y en Italia, la cuna del Catenaccio y la táctica elevada a arte, esta discusión adquiere tintes casi filosóficos. ¿Debe un club ambicioso concentrar sus fuerzas en el torneo doméstico, la legendaria Serie A, o lanzar toda su artillería a la conquista de Europa, la esquiva Champions League? Esta es la pregunta que ha vuelto a poner sobre la mesa una voz autorizada del balompié transalpino: Arrigo Sacchi.
La Cruda Realidad de Sacchi: “No están Listos”
El exentrenador del AC Milan y de la selección italiana, un estratega que revolucionó el fútbol con su Milan inmortal, ha lanzado una sentencia clara y, para muchos, dolorosa: los clubes italianos, incluso los pesos pesados como Inter y Napoli, simplemente no están preparados para la élite europea. Y no es una crítica menor; viene de alguien que ha levantado la Orejona dos veces.
“Mirando el panorama italiano, siento que puedo aconsejar a Napoli e Inter, los dos clubes mejor equipados para competir en múltiples frentes, que se centren principalmente en la Serie A. En mi opinión, aún no están listos para luchar en igualdad de condiciones con los mejores equipos de Europa, e intentar hacerlo podría poner en peligro su campaña en la Serie A.”
Sacchi no se anda con rodeos. Su argumento principal se basa en la profundidad de la plantilla. Para él, los equipos italianos carecen de ese “plantel extragrande, con jugadores de igual calidad técnica y física, junto con el tipo de experiencia y gestión de recursos” que se requiere para jugar a alto nivel tres veces por semana. En otras palabras, la gasolina se acaba. Y cuando se acaba la gasolina, llegan las lesiones, la fatiga mental y, lo que es peor, las derrotas.
La Champions, ¿Una Distracción Costosa?
Aquí es donde el pragmatismo de Sacchi choca con la ambición inherente a cualquier club de élite. ¿Cómo decirle a un aficionado del Inter, que vio a su equipo alcanzar la final de la Champions League en 2023 (y en 2025, si la profecía de la noticia original se cumple, aunque eso ya es ciencia ficción), que su club no está listo para esa competición? La respuesta de Sacchi es tajante: llegar a la final no es sinónimo de estar al nivel. El 5-0 encajado por el “futuro” Inter contra el PSG en la final proyectada por el artículo original (una curiosa licencia temporal, ¿verdad?) es, para el maestro, la prueba irrefutable. Un equipo que aspira a reinar en Europa no puede ser avasallado de esa manera, ni siquiera por esos “monstruos” del PSG.
El fútbol moderno exige una optimización de recursos casi quirúrgica. Si persigues dos liebres a la vez con una sola bala, lo más probable es que no caces ninguna. La Serie A, con su competitividad intrínseca y su larga duración, ya es un desafío en sí mismo. Añadir el extenuante calendario europeo, con viajes, partidos de alta intensidad y la presión mediática, puede ser la receta para el desastre en ambos frentes. Es la eterna encrucijada entre el prestigio y la sostenibilidad.
El Camino a Seguir: El “Juego” por Encima del Superestrella
Entonces, si no se puede competir a golpe de talonario o con plantillas infinitas, ¿cuál es la solución? Sacchi, fiel a su filosofía, apunta a la esencia del fútbol: el juego mismo. “Cuando no puedes permitirte las superestrellas que encienden la imaginación de la gente, tu única opción es confiar en el juego en sí. Con el tiempo, eso es lo que marca la verdadera diferencia.”
Esto nos remite a la gloriosa época de su Milan, un equipo que, sin los presupuestos actuales de los gigantes europeos, dominaba a base de automatismos, movimientos sincronizados y una profunda comprensión táctica. Es un llamado a la identidad, a la construcción de un estilo propio y efectivo, donde el colectivo prevalece sobre las individualidades. En un mundo donde los clubes-estado y los jeques han redefinido el mercado, la sabiduría de Sacchi sugiere una vía de escape, una “resistencia táctica” a la tiranía del dinero.
Para los clubes italianos, quizás esta sea la senda más sensata. No se trata de renunciar a la Champions, sino de entenderla como la culminación de un proceso, no un objetivo a corto plazo que lo justifique todo. Se trata de ser más “europeos” en su concepción del juego, en su profesionalismo, en su gestión, pero sin perder de vista la realidad de sus recursos. Una realidad que, con una pizca de ironía, podríamos decir que está más cerca de la austeridad monacal que del derroche parisino.
Conclusión: Entre la Ambición y la Prudencia
La visión de Arrigo Sacchi es un recordatorio de que el éxito en el fútbol no siempre se compra, a pesar de las apariencias. Es una invitación a la introspección para el fútbol italiano, a reevaluar sus prioridades y a construir desde cimientos sólidos. ¿Significa esto que Inter o Napoli deberían conformarse con la Serie A y olvidarse de Europa? Por supuesto que no. Pero sí implica que la búsqueda de la gloria continental debe ser un viaje planificado y consciente de sus limitaciones, no una quimera que sacrifique la estabilidad doméstica.
Al final, la verdad reside en un equilibrio delicado. La Serie A es la base, la Champions League, la guinda del pastel. Y como bien sabe cualquier cocinero, para que la guinda luzca, el pastel debe estar perfectamente horneado. El desafío para Inter, Napoli y el resto del Calcio, es construir ese pastel con los ingredientes disponibles, y con la sabiduría de maestros como Sacchi como guía. Quizás así, algún día, no solo lleguen a la final, sino que dominen a esos “monstruos” sin necesidad de adelantar el calendario de la Champions.