Gattuso: El Despertar de la Garra Italiana en el Camino al Mundial 2026

El fútbol, ese deporte que a menudo nos recuerda que la pasión y la determinación pueden superar a la mera habilidad, tiene en Gennaro Gattuso a uno de sus más fervientes predicadores. Tras una victoria contundente por 5-0 contra Estonia en su debut como seleccionador de Italia, el “Rino” no se anduvo con rodeos. El marcador, aunque abultado, no fue el mensaje principal. La consigna es clara: “Italia no llegará a ninguna parte solo con la calidad; somos maestros de la garra.”

Esta frase, tan característica del hombre que sudó la camiseta como pocos, resuena como un eco de tiempos pasados, cuando la Azzurra no solo ganaba por su talento, sino por una feroz capacidad de sacrificio y lucha hasta el último aliento. Gattuso, con su inconfundible energía, ha llegado para recordar a sus jugadores que el escudo que llevan en el pecho exige algo más que jugadas bonitas.

Un Debut con Goleada y Mensaje Claro

El escenario era Bérgamo, un lugar donde el fútbol se vive con intensidad, y el rival, Estonia, en un partido clasificatorio para el Mundial de 2026. Aunque el 5-0 final invita a pensar en un dominio absoluto desde el inicio, la realidad, como suele ocurrir en los debuts, fue más compleja. El primer gol de Moise Kean no llegó hasta el minuto 58, una señal de que la paciencia y la insistencia fueron clave. A partir de ahí, la puerta se abrió, y los goles de Mateo Retegui (un doblete), Giacomo Raspadori y Alessandro Bastoni sellaron la goleada.

“Temía que, yéndonos al descanso con 0-0, el equipo estuviera tenso tras la reanudación, pero en cambio mantuvieron la misma actitud. Los muchachos lo hicieron realmente bien.”

Estas palabras de Gattuso reflejan la mentalidad que busca inculcar: mantener la presión, la convicción, incluso cuando el resultado no llega de inmediato. No es solo ganar, es cómo se gana.

Revolución Táctica y Riesgos Calculados

El cambio en el banquillo no ha sido solo de personalidad, sino también de propuesta táctica. Lejos de la era de Luciano Spalletti, Gattuso apostó por un atrevido 4-2-3-1, alineando de inicio a varios delanteros como Kean, Retegui, Mattia Zaccagni y Matteo Politano. Una formación que, para los más puristas del catenaccio, podría parecer una herejía, pero que el propio técnico defendió como una necesidad.

“Sabíamos que teníamos que asumir algunos riesgos, dejando situaciones de uno contra uno en el contraataque, ya que teníamos muchos delanteros en el campo”, explicó Gattuso. Esta audacia, sin embargo, no fue irresponsable. Se trabajó para explotar las bandas y los espacios, buscando constantemente la portería rival. Y más allá del sistema, lo que Gattuso exigió fue una actitud innegociable:

“Como siempre dije, este equipo tiene calidad, pero no se llega a ninguna parte solo con la calidad. Este equipo tiene que hacerlo todo con vehemencia, atacar el balón, presionar con fuerza, mostrar hambre, y creo que hoy vimos todo eso.”

El mensaje es claro: la calidad es el punto de partida, pero la intensidad es el combustible que lleva al éxito.

El Corazón de Rino: Pasión y Dedicación

Ver a Gattuso en el banquillo de Italia es, para muchos, un regreso a los orígenes. Su canto apasionado del himno nacional, rememorando sus tiempos de jugador y campeón del mundo en 2006, fue un momento de pura emoción. “Me emocioné con el himno”, confesó. Pero más allá de la emoción personal, su mente siempre estuvo en el equipo.

La dedicación de la victoria fue tan sentida como su filosofía de juego. No solo pensó en el fútbol, sino en el motor que lo impulsa fuera del campo: su familia. “Puedo escuchar la voz de mi madre desde el balcón cuando jugaba en la calle. También dedico esto a mi esposa, porque me ha aguantado desde 1997, son 28 años juntos. Sé lo que le he hecho pasar todos estos años, así que la dedicación es para ella y para nuestros hijos. Ellos me hacen verdaderamente feliz”. Un Gattuso más íntimo, pero igual de intenso.

Y hablando de intensidad, no pudieron faltar las anécdotas. Cuando los jugadores Raspadori y Bastoni comentaron en entrevistas post-partido que Gattuso les había dado “bofetadas metafóricas y literales” en los entrenamientos, el técnico, con una sonrisa, no tardó en aclarar la situación: “Quiero aclarar que no abofeteé a nadie. Solo quiero un equipo que trabaje duro, porque la calidad no es suficiente, tenemos que tener ese empuje extra, esa carrera extra, esa palabra extra a tus compañeros. Debemos ser capaces de sufrir para llevar un resultado a casa. Italia fue maestra en esto y tenemos que redescubrir ese espíritu”. Aquí, la ironía es palpable: las “bofetadas” eran lecciones de vida y fútbol, recordatorios de que el camino al éxito rara vez es cómodo.

El Camino por Delante: Desafíos y Esperanzas

A pesar de la goleada, el camino de Italia hacia el Mundial de 2026 no es un paseo. Noruega lidera el grupo con un récord perfecto de 12 puntos en cuatro partidos, mientras que Israel ha consolidado el segundo lugar. El próximo encuentro, contra Israel en terreno neutral en Debrecen, Hungría, presenta un desafío no solo deportivo.

Gattuso, abordando la delicada situación geopolítica que envuelve a la selección israelí, se mostró como un hombre de paz: “Soy un hombre de paz y es horrible ver a civiles y niños pasar por esto. Tenemos la mala suerte de tener a Israel en nuestro grupo, no hay mucho que podamos hacer al respecto. Lo que estamos viendo es doloroso, eso es todo lo que puedo decir”. Un comentario que, sin alejarse del fútbol, pone de manifiesto la complejidad del mundo actual.

El debut de Gennaro Gattuso al frente de la selección italiana ha sido más que una victoria; ha sido una declaración de intenciones. Un recordatorio de que, en el fútbol y en la vida, la calidad sin carácter, sin esa dosis de garra, puede ser insuficiente. Italia tiene un nuevo líder, y con él, la esperanza de que el espíritu indomable que una vez la hizo campeona, está de vuelta para guiarla hacia el Mundial de 2026.

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By Urbano Salas

Urbano Salas, de Valencia, se ha establecido como uno de los analistas deportivos más perspicaces de España. Su columna semanal en medios digitales cubre todos los eventos deportivos significativos, desde fútbol hasta balonmano. Sus detallados análisis de partidos de La Liga y pronósticos para torneos internacionales han ganado especial reconocimiento. Salas asiste regularmente a los entrenamientos de equipos locales y mantiene estrechos contactos con los cuerpos técnicos, lo que le permite obtener información exclusiva de primera mano. También dirige un popular canal de YouTube donde analiza las probabilidades de resultados deportivos.

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