El fútbol, ese hermoso entramado de tácticas, pasiones desbordadas y, ocasionalmente, de caprichos del destino. En el panteón de los estrategas que han moldeado este deporte, **José Mourinho** ocupa un lugar preeminente. Conocido mundialmente como el «Special One», ha conquistado los escenarios más exigentes del fútbol europeo. Sin embargo, hay un rincón en su propio país que se le ha resistido con una tenacidad casi mítica: el **Estadio do Dragão**, la casa del **FC Porto**. Una ironía del destino que no pasa desapercibida, especialmente ahora que ha regresado a los banquillos portugueses con el **Benfica**.
El Legado Ineludible y la Fortaleza Inconquistada
La relación de Mourinho con el FC Porto es, cuanto menos, compleja. Fue en el Dragão donde el mundo conoció al genio táctico que revolucionaría el fútbol. Allí, en la capital del norte de Portugal, forjó un equipo invencible que desafió todas las expectativas, alzándose con la Copa de la UEFA en 2003 y, de manera asombrosa, con la **Liga de Campeones** en 2004. Un hito que lo catapultó a la élite, siendo la última vez que un equipo fuera de las «Big-5» ligas europeas conquistó el trofeo. Sumó a esto dos campeonatos portugueses, una Copa de Portugal y una Supercopa en apenas dos temporadas. Un palmarés que lo convirtió en leyenda.
Pero el fútbol tiene una memoria selectiva y, a veces, un sentido del humor retorcido. Desde que partió hacia el Chelsea en el verano de 2004, Mourinho ha regresado a Portugal en varias ocasiones para enfrentar a clubes locales. Ha logrado victorias notables, como la conseguida con el Chelsea ante el Sporting en Alvalade (2014) o con el Manchester United contra el Benfica en la Luz (2017), ambas en el marco de la Liga de Campeones. Estas son sus únicas conquistas en suelo patrio al frente de equipos extranjeros. Sin embargo, cuando el adversario lleva el escudo del FC Porto y el campo es el Dragão, la historia toma un giro inesperado.
Las Batallas en el Dragão: Una Racha de Resistencia Portista
El «Special One» ha intentado, en tres ocasiones previas, asaltar la que fue su propia fortaleza, sin éxito:
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7 de diciembre de 2004: La Bienvenida Agria
El primer reencuentro fue inevitablemente emotivo y, para Mourinho, amargo. En un partido de la fase de grupos de la Liga de Campeones, su Chelsea cayó 2-1 ante un FC Porto dirigido por Víctor Fernández. Los goles de Diego y Benny McCarthy en los minutos 61 y 86 sellaron la victoria portista, a pesar del tanto inicial de Damian Duff. Un inicio que marcaba un patrón.
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21 de febrero de 2007: El Empate que no Convenció
Tres años después, en los octavos de final de la Liga de Campeones, Mourinho regresó con el Chelsea. El partido terminó en un empate a 1-1. Raúl Meireles adelantó al Porto, pero Shevchenko igualó para los londinenses. Aunque el Chelsea avanzaría en la eliminatoria con una victoria en casa, el Dragão seguía siendo un territorio inexpugnable para su técnico visitante.
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29 de septiembre de 2015: Otra Derrota y el Patrón se Consolida
En su segunda etapa al frente del Chelsea, Mourinho volvió a tropezar en el Dragão en un partido de la fase de grupos de la Liga de Campeones. El FC Porto se impuso por 2-1, con goles de André André y Maicon, a los que Willian había respondido con un empate transitorio. Otra derrota que dejaba en evidencia su particular «maldición» en este estadio.
En resumen, tres visitas al Dragão como rival y un balance de dos derrotas y un empate. Un expediente singular para un entrenador que ha pulverizado récords y coleccionado trofeos por doquier. Es como si el espíritu del propio Dragón, alimentado por sus pasados éxitos con el Porto, se resistiera a ceder ante él cuando no defiende sus colores.
El Nuevo Capítulo con el Benfica: ¿Será la Cuarta la Vencida?
Ahora, con la batuta del Benfica, Mourinho se enfrenta a su cuarta oportunidad de romper este peculiar maleficio. No es solo una cuestión de tres puntos vitales en la Liga portuguesa; es un desafío personal, una página inconclusa en su vasta biografía futbolística. La narrativa es irresistible: el «Special One» que construyó una era dorada en el Porto, buscando conquistar su antigua casa con los colores de un rival histórico.
El mundo del fútbol estará atento a este enfrentamiento. ¿Podrá la astucia y la experiencia del estratega portugués finalmente desentrañar el enigma del Dragão? ¿O el estadio permanecerá como ese pequeño, pero significativo, bastión de resistencia en la legendaria carrera de José Mourinho? Este domingo, a las 21:15, la expectación es máxima para descubrir si el «Special One» puede, por fin, añadir esta escurridiza victoria a su incomparable currículum.