El Arsenal continúa su imparable marcha en la Premier League, y su reciente victoria por 2-0 sobre un West Ham United en apuros en el Emirates Stadium fue otra clara demostración de ambición. Los goles de Declan Rice, quien volvió a «atormentar» a su antiguo club con una exquisitez, y Bukayo Saka, el canterano que celebra su partido número 200 en la liga, acapararon los titulares. Pero, ¿y si les dijera que el verdadero titán, el «monstruo» con calificación de 8/10, está operando discretamente en la banda derecha?
Mientras la atención se centraba en la brillantez esperada de Saka y Rice, figuras que son, sin duda, el alma de los Gunners, un nuevo contendiente ha emergido para reclamar el título de jugador más consistente del club. Un pilar silencioso, pero estruendosamente efectivo. Hablamos de Jurriën Timber.
Jurriën Timber, la revelación inesperada del Arsenal en la defensa.
Más Allá de los Goles: El Verdadero Impacto de Timber
Es fácil dejarse llevar por la magia de los goleadores. Saka, un talento que Mikel Arteta recuerda haber desplegado en su adolescencia incluso como lateral izquierdo, es ahora un extremo imparable. Su gol de penalti en este partido, sumado al que marcó a mitad de semana contra el Olympiakos, subraya su importancia. Declan Rice, por su parte, no solo anotó su decimoséptimo gol para el Arsenal en solo 113 apariciones (superando sus 15 tantos en 245 partidos con los Hammers), sino que también demostró su capacidad para generar peligro con carreras incisivas y pases clave.
Sin embargo, el panorama cambia cuando se observa la obra de arte completa. Mientras Saka y Rice se encargaban de los flashes, Timber realizaba un trabajo colosal que sentaba las bases para la victoria. No es casualidad que fuera él quien provocara el penalti que Saka convirtió. Su presencia constante en el flanco derecho, con 72 toques de balón, lo convirtió en una válvula de escape ofensiva incesante, sumando un pase clave que, aunque no terminó en asistencia directa, fue fundamental en la gestación del juego.
«La consistencia no siempre se mide en goles espectaculares, sino en la capacidad de ser una solución constante, un motor incansable. Y en eso, Timber está dando una cátedra.»
Un «Monstruo» en Ambas Áreas
Lo que realmente eleva a Timber por encima del resto es su rendimiento integral. Adepto en ataque y, al mismo tiempo, un guerrero formidable en defensa. Este internacional neerlandés ya ha superado con creces las expectativas, desbancando a Ben White en el rol de lateral derecho y convirtiéndose en un engranaje clave de la retaguardia del Arsenal. Su capacidad para repeler los ataques del West Ham fue asombrosa: ganó ocho de sus duelos disputados y realizó seis placajes. Cifras que no solo hablan de solidez, sino de una dominación absoluta en su zona.
Los Gunners, conocidos por su amor a la defensa organizada, han encontrado en Timber a un defensor que no solo cumple, sino que brilla con luz propia. No sorprende, entonces, que el club ya esté buscando extender su contrato, asegurando así el futuro de una pieza que se ha vuelto indispensable tan rápidamente. Su ascenso ha sido tan meteórico como silencioso, un «top performance» continuo en cada uno de los seis partidos de liga que ha disputado desde la jornada inaugural.
El Candidato Silencioso a Jugador de la Temporada
Aunque las lesiones han frenado ligeramente el impacto de Saka al inicio de la temporada y el gol de Rice contra el West Ham marcó su primero de la campaña, la regularidad de Timber ha sido una constante. Podcasteros como Adam Keys lo han aclamado como «uno de los jugadores más importantes del Arsenal, de forma silenciosa». Y es que, si bien los focos a menudo se dirigen a los magos del gol o a los centrocampistas que dominan el mediocampo, el trabajo incansable, la inteligencia táctica y la versatilidad de Timber lo posicionan como un serio candidato a ser el jugador de la temporada para el Arsenal, al menos hasta ahora.
Su capacidad para iniciar jugadas de ataque, combinarse eficazmente con Saka, y luego correr hacia atrás para ahogar cualquier intento rival, es el epítome de lo que un lateral moderno debe ser. Jurriën Timber no solo juega al fútbol; lo redefine en cada partido, demostrando que no todos los héroes llevan el número 9 o 7 en la espalda, algunos son el «monstruo» que estabiliza el castillo desde la derecha.
Álvaro Montenegro