El único fichaje estrella del mercado, claramente el mejor jugador de la temporada bianconera: Thuram marca y decide. Aplausos para él, silbidos para casi todos los demás, al menos hasta el doblete marcado por el revivido Koopmeiners que condena al Verona a una derrota inevitable.
De todos modos, la Juve gana después de 72 minutos de dificultad y miedo, transcurridos con la desagradable compañía de la protesta ultra. Antes del partido, el director deportivo Giuntoli comentó: “Los aficionados han mostrado su descontento, están enfadados como lo estamos nosotros. La actitud que tendrán dependerá de nuestras ganas y determinación de ganar”. Palabras muy conciliadoras hacia la curva, quizás no tan afectuosas para Thiago Motta, hacia quien la protesta de la víspera había ofrecido expresiones mucho más ofensivas que el simple “descontento”.
El entrenador celebra en la frialdad del Estadio, pero con el corazón calentado por una clasificación que ahora propone a la Juventus las cuentas soñadas de la persecución del scudetto, ya que la distancia con el Inter líder se ha reducido a sólo 6 puntos.
Di Gregorio determina su actuación sin saberlo, cuando “no participa” en la acción del gol anulado a Suslov. De los cuatro en defensa hay que decir que se centra demasiado sin buscar la línea de fondo Weah, luego está el habitual Gatti de lucha y gobierno, con Kelly suficiente a su lado y finalmente Cambiaso rápido por la banda pero torpe en el centro. En el centro del campo Locatelli ordenado y ordinario, con Thuram potente e incluso prepotente cuando marca el gol del 1-0. Decepciona McKennie que como mediapunta crea bastante confusión. Decepcionante – como casi siempre – también Nico Gonzalez y algo discreto Kolo Muani. El mejor en ataque Yildiz, con muchas ganas de sorprender tanto en solitario como asistiendo a sus compañeros. Luego entraron Koopmeiners, impalpable hasta el 2-0, el potro Alberto Costa, el reaparecido Kalulu y durante una decena de minutos también el contrariado Vlahovic y el voluntarioso Mbangula.
Seis puntos del Inter, exactamente los que estarán en juego en los próximos dos – decisivos – desafíos juventinos: en el Estadio contra el Atalanta y luego de visita en Florencia. Luego estará el parón y se harán las cuentas.