Se ha hablado muchas veces de un cambio de rumbo para la Juventus, a menudo en clave positiva. Parecía que podría llegar con la victoria contra el Manchester City en diciembre, luego con el Juventus-Milan en enero y, más recientemente, con el éxito en el derbi de Italia contra el Inter. Pero cada vez ha sido una ilusión: inmediatamente después, el equipo de Thiago Motta se ha detenido puntualmente. La Juventus ha sido constante en su discontinuidad, coherente en su incoherencia. En el lapso de una semana, muchas veces, se ha pasado del entusiasmo a la desconfianza. Es una dinámica típica del fútbol italiano, por supuesto, pero la temporada de la Juventus ha amplificado estos cambios de humor.
La eliminación en la Copa Italia, sin embargo, parece tener un peso diferente en comparación con los altibajos experimentados hasta ahora, para bien y para mal. Por la forma en que se produjo, por el hecho de que llegó pocos días después de la de la Champions, pero sobre todo por las reacciones que suscitó. Nunca antes la Juventus había sido abucheada así, nunca Thiago Motta se había expresado con palabras tan duras. Ahora, el equipo y el entrenador deben inevitablemente trazar una línea. Se necesitarán cambios, pero algunas certezas permanecen.
CENTRO DEL CAMPO – La primera certeza es una de las que debería haber sido tal desde hace tiempo, pero que en el transcurso de la temporada ha sido puesta en duda a menudo: la pareja Locatelli-Thuram. El dúo que, desde el principio, ha dado las mejores respuestas. Sin embargo, Motta ha dejado de lado al francés varias veces, prefiriéndole a Koopmeiners y, más recientemente, también a Douglas Luiz. Pero ahora las dudas deben dejar paso a la realidad: Thuram no puede quedarse fuera. Y tampoco Locatelli, quien, a pesar de algunos altibajos, sigue siendo un punto firme de la temporada. No serán el centro del campo más fuerte del campeonato, ni una pareja exenta de defectos, pero son la mejor opción que tiene la Juventus. Y esta vez, también el técnico deberá tomar nota.
MCKENNIE Y WEAH – Hay otra pareja que se está convirtiendo en un pilar, aunque no compartan el mismo rol en el campo: Weston McKennie y Timothy Weah. Los estadounidenses no estaban ciertamente entre las primeras opciones al inicio de la temporada: McKennie por razones técnicas y contractuales, Weah por un rendimiento inicial discreto. Sin embargo, ambos se han convertido en titulares indiscutibles, sorprendiendo también por la posición ocupada. Timothy se ha reinventado lateral derecho, mientras que Weston se ha impuesto en la zona de tres cuartos. Energía, carrera, inserciones e incluso goles: la Juventus los necesita.
NINGUNA DUDA SOBRE KOLO – La tercera certeza para Thiago Motta es Randal Kolo Muani. Después de un impacto devastador con cinco goles en los primeros tres partidos, el francés ha disminuido la velocidad, pero nunca ha estado entre los peores. Contra el Empoli, aunque desplegado como extremo, ofreció una actuación sólida y transformó con frialdad un penalti importante. Ahora, con una sola competición por jugar y un Vlahovic nuevamente en el centro de las críticas, no hay más dudas: Kolo Muani será el delantero centro titular de la Juventus hasta el final de la temporada. Y, a estas alturas, incluso plantear un debate con el serbio parece fuera de discusión.