El camino de la selección italiana de fútbol hacia la Copa del Mundo de 2026 dista mucho de ser un paseo triunfal. Después de una inesperada ausencia en los dos Mundiales anteriores, la presión es palpable. Sin embargo, en medio de la incertidumbre y el escrutinio, emerge una voz de convicción: la de Gianluigi Donnarumma, el imponente guardián de la portería Azzurra. Su reciente actuación, culminada con una victoria 3-0 sobre Israel, no solo aseguró un puesto en los temidos play-offs, sino que también reafirmó su fe inquebrantable en el destino mundialista de Italia.
De la Duda a la Determinación: La Resiliencia de Donnarumma
Tras un error poco habitual en la victoria por 3-1 contra Estonia, el foco estaba puesto en Donnarumma. Pero, como buen portero de élite, el capitán supo sacudirse la presión. Frente a Israel, en el Stadio Friuli de Udine, mostró por qué es considerado uno de los mejores del mundo, realizando dos paradas espectaciales que ahogaron las esperanzas de contraataque israelíes. Fue un recordatorio contundente de su valía y un ejemplo de madurez bajo el arco.
«Los errores pueden ocurrir, es parte del juego. Afortunadamente, íbamos 3-0 cuando sucedió. Me esforcé por olvidarlo de inmediato, también gracias a mis compañeros y al entrenador. Estaba completamente concentrado en este partido y estoy feliz con el trabajo de todo el equipo.»
Con estas palabras a Sky Sport Italia, Donnarumma destiló la esencia de un líder: autocrítica sin autoflagelación y una visión clara hacia adelante. En un fútbol donde cada punto se sufre, la capacidad de pasar página es tan vital como una parada decisiva.
El Carácter Impresionante de Gattuso: Un Timonel para la Crisis
Gran parte de este resurgimiento tiene nombre y apellido: Gennaro Gattuso. Desde su llegada al banquillo, el excentrocampista ha inyectado una dosis de la «rabia» que lo caracterizaba como jugador. Con cuatro victorias en cuatro partidos, 16 goles a favor y solo 5 en contra (cuatro de ellos en una peculiar victoria 5-4 contra la misma Israel), Gattuso ha revitalizado a la “Squadra Azzurra”.
«Gattuso tiene un carácter increíble, transmite su hambre, determinación y su forma de ver el fútbol. Tiene una fuerte relación con todos nosotros, quiere atacar y controlar el juego. Acabamos de empezar a trabajar con él, así que podemos seguir mejorando.»
Las palabras de Donnarumma son un espaldarazo a la filosofía de Gattuso, quien, con su estilo directo y su énfasis en el compromiso, parece haber encontrado la clave para cohesionar a un grupo que, en momentos, parecía a la deriva. Un entrenador que sabe cómo hablarle a su equipo, tanto a los titulares como a los suplentes, es un tesoro incalculable en la alta competición.
El Espectro de Noruega y la Mirada al Futuro: Los Play-offs
El camino directo al Mundial 2026 se torció para Italia con aquella dolorosa derrota por 3-0 ante Noruega, bajo el mandato del anterior seleccionador (Luciano Spalletti, se entiende). Un partido que, según Donnarumma, la selección jugaría de nuevo con gusto, si tan solo existiera una máquina del tiempo.
«Estaba hablando con el equipo antes: ahora no puedes equivocarte en un partido o terminas directamente en los play-offs. Naturalmente, me encantaría volver a jugar ese partido, ya que éramos un equipo diferente, estábamos completamente desorganizados. Ahora tenemos que mirar hacia adelante, ya que tenemos una gran oportunidad. Estoy seguro de que este es un equipo fuerte y estoy convencido de que llegaremos al Mundial.»
A pesar de que Italia se enfrentará nuevamente a Noruega el próximo mes, y aunque lograran una victoria, la abismal diferencia de goles ya les ha sentenciado a la repesca. El sorteo de los play-offs, programado para el 21 de noviembre, será el siguiente gran hito, con los partidos decisivos que se disputarán en marzo de 2026.
La repesca es un territorio conocido para Italia, a menudo sinónimo de angustia y, lamentablemente, de desilusión en el pasado reciente. Sin embargo, con un líder como Donnarumma bajo los palos y la pasión inagotable de Gattuso en el banquillo, la Azzurra tiene motivos para creer. El destino del fútbol italiano en 2026 pende de estos cruciales encuentros, pero la fe, en este equipo, es más fuerte que nunca.
Mateo Beltrán 
Álvaro Montenegro