En una noche que prometía más nerviosismo que brillantez, la selección italiana de fútbol logró una contundente victoria de 3-0 sobre Israel, asegurando su plaza en los cruciales playoffs de clasificación para la Copa del Mundo. Pero más allá del marcador, lo que resonó en el Stadio Friuli fue la voz de Mateo Retegui, el delantero de moda, afirmando que el equipo finalmente está «absorbiendo las ideas» de su nuevo estratega, Gennaro Gattuso. ¿Será este el inicio de una nueva era o simplemente un respiro antes de la verdadera batalla?
Un Triunfo con Sabor a Trabajo Duro
El camino a la victoria no fue un paseo por el parque, a pesar del 3-0 final. Tras una victoria más bien «funcional» de 3-1 contra Estonia, la Azzurra se encontró con un Israel obstinado en Udine. Los fantasmas de la vulnerabilidad defensiva, especialmente en los contragolpes (recordemos un 5-4 el mes anterior contra el mismo rival), hicieron su aparición, forzando a Gianluigi Donnarumma a intervenir con dos paradas de mérito que mantuvieron el cero en el marcador. Fue un recordatorio tácito de que, bajo la superficie de la victoria, aún hay trabajo por hacer. Sin embargo, Italia perseveró, y la redención llegó con nombre y apellido.
Retegui: El Goleador Inesperado que Desafía Estereotipos
Mateo Retegui, el hombre del momento, volvió a ser el centro de atención. Tras fallar un penalti en el partido anterior, demostró el temple que lo caracteriza, volviendo a tomar la responsabilidad desde los once metros y convirtiendo con una potencia que disipó cualquier duda. Pero su obra maestra llegó poco después: un disparo curvo sensacional que se coló por la escuadra más lejana, una definición digna de un «nueve» clásico. Gianluca Mancini sellaría el 3-0 en el tiempo añadido, pero el protagonismo era de Retegui, quien ya suma cinco goles en sus últimos cuatro partidos con la selección.
Un dato que, para muchos, es tan sorprendente como su lugar de juego: la Liga Profesional Saudí con el Al-Qadsiah. ¿Quién diría que un destino exótico podría ser tan beneficioso para su forma física? «Es una liga mucho más difícil de lo que la gente piensa,» confesó Retegui, desafiando el escepticismo con cada gol. «Hay equipos que pueden competir con los de Europa. Juego regularmente y a buen ritmo, lo que me mantiene en forma.» Una lección de humildad para aquellos que miran por encima del hombro a ligas emergentes.
La Huella de Gattuso: Disciplina y Pragmatismo
El arte de «absorber ideas» es un proceso delicado, especialmente bajo la batuta de un técnico con la personalidad de Gennaro Gattuso. Conocido por su intensidad y su pasión como jugador, «Rino» parece estar infundiendo en la Azzurra una nueva disciplina táctica y una ética de trabajo incuestionable. Retegui mismo lo subraya:
«Estamos creando una unidad fuerte, estamos marcando muchos goles y también hemos logrado mantener la portería a cero esta noche.»
La Italia de Gattuso, aunque quizás no siempre deslumbrante, busca ser pragmática, sólida y, sobre todo, competitiva. Es un retorno a ciertas raíces del fútbol italiano, donde la organización y la garra son tan valiosas como el talento individual. Una filosofía que, si bien no siempre enamora a los puristas del «jogo bonito», suele ser efectiva en el terreno de juego, especialmente en momentos de presión.
El Camino a los Playoffs: ¿Lecciones Aprendidas?
Pero el camino hacia la Copa del Mundo de 2026 está lejos de estar pavimentado. La clasificación directa parece una quimera frente a la arrolladora Noruega de Erling Haaland, cuya diferencia de goles es, bueno, de otro planeta. Esto significa que Italia se dirige a los temidos playoffs, un escenario que evoca amargos recuerdos de las fallidas clasificaciones para los Mundiales de 2018 y 2022. La historia, en el fútbol, tiene la molesta costumbre de repetirse si no se la confronta con determinación.
“Ahora debemos descansar, trabajar para seguir mejorando, mantenernos humildes y ver qué podemos hacer en los próximos compromisos internacionales,” sentenció Retegui. Una declaración que suena a mantra, a una lección aprendida con dolor y que, esperamos, la selección italiana haya grabado a fuego en su espíritu colectivo.
La victoria contra Israel, por tanto, no es solo un trámite o un simple resultado. Es un paso más en la construcción de una identidad bajo Gattuso, con Retegui como punta de lanza de una nueva generación de atacantes. La Azzurra respira, pero sabe que el verdadero examen está por llegar. Los playoffs son una lotería, sí, pero también una oportunidad para demostrar que esta Italia ha absorbido no solo las ideas de su entrenador, sino también la resiliencia y el espíritu de un país que vive y respira fútbol. El Mundial espera, y esta vez, Italia no quiere quedarse en casa.