El fútbol, en su esencia más pura, es un deporte de pasiones, rivalidades y, a veces, de abismos. Pocas rivalidades encapsulan esto tan bien como el Derby del Norte de Londres entre el Arsenal y el Tottenham Hotspur. Históricamente, un choque de titanes, pero la temporada 2024-2025 dejó una huella tan profunda que la noción de “rivalidad” se vio distorsionada por una brecha de 36 puntos. Una distancia que, para muchos, parece más un cráter que una mera diferencia en la tabla.
El Gran Abismo de los 36 Puntos: Una Brecha Generacional
Recordar la temporada pasada para ambos clubes es como mirar dos caras de una misma moneda, una brillante y otra, curiosamente, brillante pero oxidada. El Arsenal de Mikel Arteta, con una resiliencia admirable, culminó en un respetable segundo lugar de la Premier League, rozando el título y confirmando su ascenso constante. Mientras tanto, el Tottenham vivió una de esas campañas que se estudian en los libros de texto del “cómo hacer las cosas al revés”: ganaron la Europa League, sí, un trofeo europeo de gran calibre, pero acabaron en la decimoséptima posición de la Premier League, coqueteando peligrosamente con el descenso. Un triunfo continental envuelto en una calamidad doméstica. Esta curiosa forma de desastre, como era de esperar, le costó el puesto a Ange Postecoglou, abriendo la puerta a Thomas Frank.
El Desafío Titánico de Thomas Frank
Ahora, con Thomas Frank al mando, la pregunta que resuena en cada esquina del norte de Londres es: ¿puede este Tottenham cerrar la gigantesca brecha que le separa de su archirrival? Frank, exentrenador del Brentford, llega con una reputación de construir equipos sólidos y tácticamente astutos. Su primer gran test, incluso si es un amistoso fuera del Reino Unido, es precisamente contra el Arsenal. Como el propio Frank admitió, “Es un gran desafío, más allá de ser nuestros mayores rivales y el primer Derby del Norte de Londres fuera del Reino Unido. También es, lamentablemente, uno de los mejores equipos del mundo en este momento. Tenemos que ser honestos.” Y es que, para ingratiarse rápidamente con la afición, ¿qué mejor manera que romper una racha de seis partidos sin ganar contra el enemigo?
El “Piso” del Arsenal: ¿Hasta Dónde Pueden Caer los Gunners?
Para entender la magnitud del reto del Tottenham, primero debemos analizar el “piso” del Arsenal. La temporada pasada, el equipo de Arteta demostró una capacidad asombrosa para mantenerse a flote incluso en las peores circunstancias. Afectados por una plaga de lesiones que dejó fuera a figuras clave como Gabriel Jesus, Bukayo Saka, Kai Havertz, Gabriel Martinelli y Martin Odegaard durante largos periodos, lograron mantenerse firmes en la lucha por el top 4. Su “piso”, es decir, su peor escenario realista, parece estar firmemente anclado en los puestos de Champions League.
Con las incorporaciones estratégicas de su nuevo director deportivo, Andrea Berta, el Arsenal ha fortalecido su plantilla con una profundidad envidiable, casi dos jugadores de nivel internacional por posición. Salvo una serie de eventos completamente catastróficos –un “cisne negro” en toda regla, más digno de una trama de Hollywood que de la Premier League–, es difícil imaginar al Arsenal cayendo fuera de los cuatro primeros. Podrían no ganar el título si Manchester City y Liverpool mantienen su nivel estratosférico, e incluso equipos como el Chelsea o el Newcastle podrían desafiarles, pero su base operativa es tan sólida que su zona de confort sigue siendo la élite.
El “Techo” del Tottenham: Aspiraciones y Realidades
En el otro lado del espectro, el Tottenham de Frank se enfrenta a la ardua tarea de definir su “techo”. La temporada anterior, aunque su decimoséptima posición exageró sus deficiencias, su diferencia de goles esperada (xGD) fue la decimoquinta mejor de la liga, y los 65 goles concedidos solo fueron superados por Wolves y los tres equipos descendidos. Un equipo que, con la misma facilidad con la que podía marcar tres goles, podía encajar cuatro. Una receta para la montaña rusa emocional, si es que eso tiene un sabor.
Las incorporaciones de Mathys Tel (fichaje permanente) y Mohamed Kudus (el fichaje estrella hasta la fecha) refuerzan el ataque, pero la inversión defensiva parece orientarse más al largo plazo. La carencia de un mediocampista de contención profundo, tan desesperadamente necesario la temporada pasada, sigue siendo una incógnita. Frank, con su historial de equipos bien organizados defensivamente, sin duda mejorará este aspecto. Sus equipos en Brentford, de hecho, permitieron menos xG por partido que los Spurs en las últimas cuatro temporadas. La mera recuperación física de los jugadores debería ayudar a estabilizar la defensa.
Pero, ¿puede el Tottenham realmente alcanzar a su gran rival? Las casas de apuestas los sitúan alrededor del octavo equipo con más probabilidades de clasificarse para la Champions League, una estimación bastante justa dada la plantilla actual. Tienen talentos jóvenes prometedores como Destiny Udogie y Lucas Bergvall, y veteranos experimentados como Heung-min Son (si los rumores de Los Ángeles no se materializan) y Richarlison. Sin embargo, pocos jugadores clave están en la cúspide de su carrera a los 24 años, y el mejor de ellos, Micky van de Ven, lucha con la disponibilidad.
Incluso si Frank logra la temporada “diez por ciento superior” para el Tottenham –con 38 partidos de van de Ven y Romero sin lesiones, y Son desafiando el paso del tiempo–, su techo realista sería el umbral de la contención por la Champions League. Esto sería más factible si algunos de los “seis grandes” sufrieran una caída significativa.
El Derby como Barómetro Inevitable
Este Derby del Norte de Londres, incluso en suelo neutral de Hong Kong, no es solo un amistoso. Es un barómetro, una declaración de intenciones. Para el Tottenham de Thomas Frank, es una oportunidad temprana para demostrar que el abismo de 36 puntos es, quizás, solo un charco profundo que se puede vadear con la estrategia y la determinación correctas. Para el Arsenal, es una reafirmación de su posición, una muestra de que su “piso” es inalcanzable para su rival más acérrimo, al menos por ahora.
Así que, ¿podría el “techo” del Tottenham superar el “piso” del Arsenal? En una temporada vagamente normal, la respuesta es un rotundo “probablemente no”. Requeriría una campaña excepcional por parte del Tottenham y, al mismo tiempo, que el Estadio Emirates fuera golpeado repetidamente por un rayo. Pero esto es el norte de Londres, una parte del mundo que puede ofrecer múltiples remontadas de 5-2 en el mismo año. Y en el fútbol, como bien sabemos, pueden suceder cosas muy, muy extrañas. La batalla continúa, y la distancia, por ahora, es el desafío más grande.