El nombre de Mark Bresciano seguramente no será recordado entre aquellos que cambiaron la historia del fútbol, ni siquiera entre los futbolistas más fuertes de todos los tiempos. Sin embargo, este ex centrocampista australiano se ganó la inmortalidad entre los amantes del fútbol por una celebración llamada “Spartacus”, que en mi opinión, es la más hermosa de todos los tiempos.
Después de cada gol, el hombre de Melbourne solía quedarse completamente inmóvil, con una mirada orgullosa en su rostro, imitando una estatua, antes de ser abrazado por sus compañeros. Una celebración fantástica, atípica y muy expresiva, para un futbolista que hizo historia en el fútbol de Oceanía.