La selección nacional de Portugal ha dado un golpe de autoridad en el inicio de su campaña clasificatoria para el Mundial de 2026, demostrando que su ambición de grandeza sigue intacta. Con una contundente victoria de 5-0 sobre Armenia en el desafío inicial disputado en Ereván, los lusos no solo sumaron tres puntos vitales, sino que también enviaron un mensaje claro a sus rivales: el camino a la Copa del Mundo pasa por Portugal, y este no será un paseo precisamente silencioso.
El encuentro fue un auténtico festival de fútbol ofensivo y eficacia goleadora, una exhibición de la mezcla perfecta entre la experiencia inagotable y el talento emergente. Desde los primeros compases, el equipo dirigido por el seleccionador Roberto Martínez mostró una determinación palpable, asfixiando a la defensa armenia y generando constantes ocasiones de peligro. Parecía que los jugadores lusos habían olvidado el freno de mano en casa.
Un Festival de Goles y Estrellas en Ereván
El marcador se abrió tempranamente, al minuto 10, gracias a la visión y el remate de João Félix. El joven delantero, con un cabezazo preciso tras un brillante centro desde la derecha, demostró que su instinto goleador está afinado. Pocos podrían haber predicho el torrente de goles que seguiría; la portería armenia estaba a punto de convertirse en un set de entrenamiento.
Y es que, cuando se habla de goles en Portugal, un nombre resuena con fuerza inquebrantable: Cristiano Ronaldo. El capitán, con la voracidad que lo caracteriza y a pesar de que el calendario insiste en pasar, apareció en el minuto 21 para empujar el balón a la red desde el área chica, firmando el 2-0 y recordándonos que sigue siendo una fuerza de la naturaleza. ¿Quién dijo que el tiempo perdona? A él, parece pedirle autógrafos o, al menos, un consejo para mantenerse en forma.
La fiesta continuó con la incursión de João Cancelo, quien al minuto 32 amplió la ventaja a 3-0. Tras una jugada de insistencia y un rebote oportuno, el lateral no dudó en sacar un potente remate de primera, imparable para el portero armenio. La primera mitad fue un monólogo luso, un presagio de lo que estaba por venir. Los aficionados neutrales, quizás, pedían un poco más de resistencia, pero la máquina portuguesa ya estaba en marcha.
La segunda parte no cambió el guion. Portugal siguió dominando y Cristiano Ronaldo volvió a ser protagonista. Con un disparo potente desde fuera del área, el luso clavó el balón en la escuadra, un auténtico golazo que puso el 4-0 y selló su doblete particular. La maestría de Ronaldo, al parecer, no conoce fecha de caducidad ni distancias imposibles. Verlo celebrar es como ver un reloj suizo que nunca pierde la hora.
Finalmente, para cerrar la goleada y poner la guinda al pastel, João Félix apareció nuevamente en el minuto 61 con un toque de tacón de fantasía. Fue su segundo gol de la noche, una demostración de su calidad técnica y su capacidad para desequilibrar. El 5-0 era ya una realidad, y con ello, la primera piedra del camino hacia el Mundial de 2026 quedaba firmemente asentada. Si el fútbol fuera una partitura, Portugal acababa de tocar una sinfonía.
El Camino Continúa: Próxima Parada, Hungría
Esta victoria no es solo un resultado; es una declaración de intenciones. Portugal cuenta con un plantel profundo y talentoso, capaz de competir al más alto nivel. La combinación de la experiencia de figuras como Ronaldo y la juventud vibrante de Félix y otros, crea un equilibrio envidiable. Un equipo donde la sabiduría se mezcla con la efervescencia juvenil, una fórmula que a menudo resulta ganadora.
Ahora, con la moral por las nubes, la selección portuguesa se prepara para su próximo desafío. El martes, 9 de septiembre, se enfrentarán a Hungría en un partido que, sin duda, presentará una dificultad mayor. Los húngaros son conocidos por su solidez defensiva y su disciplina táctica, por lo que será una prueba interesante para la ofensiva lusa, que tendrá que afinar sus estrategias para desmantelar un muro, y no precisamente de ladrillos.
El objetivo está claro: asegurar un cupo en la Copa del Mundo de 2026. Y si el inicio es un indicio, Portugal tiene todo para lograrlo con autoridad y, quizás, con algún que otro golazo de tacón o un disparo potente que desafíe a la lógica. La máquina lusa ha arrancado, y parece que no piensa frenar hasta que el trofeo mundialista esté, al menos, al alcance de la vista.