En el siempre dinámico universo del fútbol, la búsqueda de una identidad es un viaje constante. Mientras algunos clubes de renombre, como el `ilustre` Manchester United, navegan en aguas turbulentas buscando su esquiva “estrella polar”, otros, como el Manchester City, demuestran que incluso la cúspide del éxito no exime de la necesidad de una reinvención. Y es precisamente en esta encrucijada donde el equipo de Pep Guardiola nos sorprende con una evolución táctica tan audaz como inevitable, con un nombre propio en el centro de todo: Erling Haaland.
Desmontando un Imperio para Reconstruir Otro
El verano en el Etihad Stadium ha sido, por decir lo menos, un periodo de depuración. Piezas que parecían inamovibles han sido desmanteladas, no por capricho, sino como parte de una reconfiguración consciente. Kevin De Bruyne, pese a su deseo de permanecer, vio cómo la confianza en su físico se desvanecía. Jack Grealish y Kyle Walker, figuras prominentes, han partido hacia destinos que, si bien prestigiosos, se encuentran en aguas menos tranquilas que las que bañan la orilla del Etihad. Incluso Ederson podría seguir ese camino. Con Rodri lidiando con inoportunas lesiones, es impactante constatar que solo cuatro jugadores de la alineación que conquistó la Champions League hace poco más de dos años formaron parte del once inicial en el reciente encuentro contra el Wolverhampton Wanderers.
Pero esta `sangría` de talento no es un síntoma de debilidad, sino una declaración de intenciones. De los pocos supervivientes, uno emerge con una fuerza gravitatoria abrumadora, destinado a definir el estilo del City en los años venideros. Erling Haaland, desde su llegada hace tres años, ha sido una fuerza de la naturaleza. Sin embargo, con tantas `luces guía` desvaneciéndose, el gigante noruego se postula no solo como vital, sino como el eje central. Si Guardiola una vez desestimó cruelmente al Tottenham como “el equipo de Harry Kane”, no sería de extrañar que, muy pronto, el Manchester City empiece a ser conocido como el “Haaland FC”.
La Prueba en Molineux: Una Mirada a la Nueva Dinámica
Las señales de este cambio fueron evidentes en Molineux. Aunque Tijjani Reijnders acaparó titulares con un gol y una asistencia, el verdadero relato se ocultaba en la omnipresencia de Haaland. Que el `9` noruego marque un doblete se ha normalizado, casi trivializado. Sin embargo, en la primera jornada, sus 1.99 `Expected Goals` (xG) superaron a todos salvo tres de los otros diecinueve equipos de la Premier League. Seis de los quince disparos del City fueron a parar a sus botas, mientras que Reijnders, un jugador con habilidades de irrupción al área que recuerdan al ex-Gundogan, solo disparó dos veces desde dentro del área.
Este dominio ofensivo de Haaland no es una anomalía, pero lo que sí lo fue, fue el propósito con el que los visitantes atacaron. Comparado con su última visita a Molineux, el City tuvo casi 20 puntos porcentuales menos de posesión, un 44% menos de secuencias de nueve o más pases, y redujo su tiempo promedio con el balón en más de un 15%. Jugaron más atrás, un dato que Squawka notó por primera vez.
¿Qué significan estos cambios estadísticos en el campo? Un equipo que lleva el balón de atrás hacia adelante con mucha más rapidez. Y cualquiera que haya visto a Haaland arremeter en campo abierto puede comprender fácilmente cómo este estilo se adapta a la perfección al `9` del City.
La Filosofía Guardiola en la Encrucijada del Fútbol Moderno
Este ajuste es también un reflejo de una temporada anterior en la que Guardiola pareció temer haber perdido su `agarre` en el juego. A finales del año pasado, en medio de la crisis más prolongada de su carrera como entrenador, el catalán declaró que “el fútbol moderno es la forma en que juega el Bournemouth, el Newcastle, el Brighton… el fútbol moderno no es tan posicional”. Los equipos de Guardiola siempre han sido `bichos raros`: más metódicos, dispuestos a comprometer el grueso de su equipo en campo contrario para bloquear contragolpes y mantener el juego en el último tercio. Erling Haaland a menudo había parecido un ajuste incómodo para un estilo de juego definido por el (ahora mermado) Rodri, todo construcción pausada alrededor del área y un sexto sentido para prever dónde podrían surgir los contraataques. El `9` seguía siendo extremadamente efectivo, pero durante tres años, parecía que los (entonces) defensores del título estaban usando un `mazo` para encajar una pieza cuadrada en un agujero redondo.
Poco rastro de aquel antiguo enfoque se vio en Molineux, donde el City recuperó la posesión en el último tercio solo en dos ocasiones y la concedió seis veces. Los reyes de la “inclinación del campo” tuvieron 175 toques en el último tercio frente a los 123 de sus oponentes. Tal equilibrio relativo no es del todo inaudito para el City, pero generalmente se da en partidos contra equipos más igualados, los Arsenales y Liverpools de este mundo. Ahora, incluso contra rivales inferiores, el pragmatismo parece dictar sentencia.
Los Nuevos Rostros: Soldados para una Nueva Guerra Táctica
Esto, probablemente, no es un incidente aislado. De hecho, los patrones de fichajes de este verano hablan de una visión más `Haalandiana` de Guardiola. Rayan Ait-Nouri fue una fuerza de transición en los Wolves, y cuando el balón le llega cerca del área, es menos propenso a reciclar la posesión si puede intentar un remate. Si Reijnders va a construir sobre su prometedor inicio, parece más probable que sobresalga en el City por su poder de carrera y su capacidad para desbordar defensas hacia el área. De Bruyne era uno de esos capaces de llevar al City de cero a cien con un solo pase, y su presunto sucesor, Rayan Cherki, comparte esa cualidad. Mientras tanto, en el flanco izquierdo, el enfoque de `ralentizar y mover el balón` personificado por Grealish ha sido cambiado por la velocidad y el ataque directo de Omar Marmoush. Incluso la retención de Jeremy Doku y la posible llegada de Savinho apuntan a un cambio en el enfoque de Guardiola.
Un City Renovado: La Imagen del Temible `9`
¿Volverá el City a sus viejas costumbres cuando Rodri recupere su mejor forma? Es difícil saberlo. Pero parece improbable que Guardiola quiera regresar a un enfoque que, ahora tenemos razones para creer, dependía de un ganador del Balón de Oro en plena forma física. Puede que, en última instancia, Haaland tome el lugar de Rodri como el principal punto de referencia. Pero incluso con la ausencia del noruego, existen formas de jugar un estilo más directo, especialmente con Marmoush en la plantilla.
Este, entonces, parece un nuevo Manchester City. Y es uno que está siendo forjado, decididamente, a imagen y semejanza de su temible número `9`. Prepárense para una versión más vertical, más directa y, quizás, más implacable del conjunto celeste. La era de Haaland ha llegado, y Guardiola parece haberle entregado las riendas tácticas.