La octava jornada de la Liga Portugal Betclic nos dejó un auténtico partidazo. Casa Pia AC y Estoril Praia se batieron en un emocionante encuentro que culminó con un empate 2-2. Un marcador que, lejos de ser insulso, encapsula una narrativa de idas y venidas, resiliencia y pinceladas de genialidad individual. Este es el relato de cómo dos equipos lucharon hasta el último aliento, regalándonos una noche de fútbol que pocos olvidarán en Rio Maior.
Un Inicio Eléctrico y la Respuesta de la Casa
El pitido inicial en el Estádio Municipal de Rio Maior apenas había resonado cuando el Estoril Praia ya mostraba sus intenciones. Con una estrategia ofensiva clara, no tardaron en poner en aprietos la defensa local. Fue en el minuto 14 cuando la redonda encontró el camino al gol, en una jugada donde Lominadze, con el olfato goleador bien afinado, desvió un potente disparo de João Carvalho, haciendo subir el 1-0 al marcador. Un golpe temprano que auguraba una tarde complicada para el Casa Pia.
Sin embargo, en el fútbol portugués, y en cualquier liga que se precie, el dicho de «nunca te rindas» no es una mera frase de cajón. El Casa Pia AC, lejos de amilanarse, activó el modo «reacción». Veintiocho minutos de juego fueron suficientes para que los locales encontraran su propio camino a la red. El defensor Kaique Rocha, elevándose por encima de la zaga estorilista como un halcón en busca de su presa, conectó un cabezazo imparable que significó el 1-1. La paridad se restablecía, y con ella, la promesa de más emoción.
La Remontada Casapiana y el Drama Antes del Descanso
El empate no solo fue un bálsamo, sino también un revulsivo para el Casa Pia. Con el público enardecido, los «Gansos» (como se les conoce cariñosamente) olieron la sangre y fueron a por más. La culminación de su esfuerzo llegó justo antes del descanso, en el minuto 45. Fue el francés Jérémy Livolant quien, con una exquisitez técnica notable, soltó un remate desde fuera del área que se coló por la escuadra, inalcanzable para el portero rival. Un gol de postal que ponía el 2-1 y consumaba la remontada. Los vestuarios esperaban con una ventaja para el equipo de casa, un giro digno de un buen guion.
La Inevitable Resiliencia y el Héroe de Estoril
Si el Casa Pia había demostrado su capacidad de respuesta, el Estoril Praia no quería ser menos. La segunda mitad se presentaba como una batalla de voluntades. Los «Canarinhos» sabían que un punto era vital para sus aspiraciones, y no estaban dispuestos a marcharse de vacío. El tiempo corría, la tensión aumentaba, y el reloj se acercaba peligrosamente al minuto 90. Cuando muchos ya daban por sentado la victoria local, apareció él, el capitán, el faro del Estoril: João Carvalho.
Con un destello de pura determinación, y en el minuto 84, Carvalho encontró el espacio y la fortuna para anotar el gol del empate. Un 2-2 que no solo igualaba el marcador, sino que también desinflaba la euforia local y desataba la alegría visitante. Su actuación no pasó desapercibida, y con justicia, fue nombrado el «Hombre del Partido Liga Portugal Betclic», un reconocimiento a su incansable labor y, por supuesto, a ese gol crucial.
Implicaciones en la Tabla: Un Punto Valioso para Ambos
Este empate, que podría parecer agridulce para el Casa Pia por haber tenido la victoria en sus manos, y un alivio inmenso para el Estoril, tiene implicaciones directas en la clasificación de la Liga Portugal Betclic. El Casa Pia AC suma ahora ocho puntos, manteniéndose en una posición intermedia, buscando la estabilidad en esta competitiva liga. Por su parte, el Estoril Praia, bajo la dirección de Ian Cathro, alcanza los seis puntos. Aunque sigue en la parte baja de la tabla, este punto robado a domicilio puede ser un impulso moral y un valioso salvavidas en su lucha por alejarse de las posiciones de descenso. Cada punto cuenta, y este, sin duda, tiene sabor a victoria menor para el Estoril y a lección para el Casa Pia.
En resumen, el choque entre Casa Pia AC y Estoril Praia fue un testimonio vibrante de lo que hace al fútbol un deporte tan apasionante: la imprevisibilidad, la lucha constante y la capacidad de ambos equipos para no darse por vencidos. Una jornada más que deja claro que en la Liga Portugal, el espectáculo y la emoción están garantizados hasta el último segundo.
Urbano Salas 
Mateo Beltrán