El Manchester United se encuentra inmerso en la siempre emocionante, y a veces frustrante, ventana de transferencias de verano. Con la perspectiva de una reestructuración en la delantera y la inminente llegada de un nuevo enfoque táctico bajo la batuta de Ruben Amorim, la búsqueda de nuevos talentos es una prioridad absoluta. Se rumorea que varios nombres importantes podrían abandonar Old Trafford, lo que deja un hueco considerable que llenar en la línea de ataque. Mientras Matheus Cunha ya se ha unido al club y Bryan Mbeumo sigue siendo un objetivo palpable, la necesidad de un `9` con garantías es evidente, especialmente considerando el rendimiento hasta ahora de Rasmus Hojlund.
Se han barajado diversas opciones, desde nombres consolidados en Europa como Dusan Vlahovic de la Juventus (con posibles trueques de por medio, ¿hola, Sancho?) hasta jóvenes promesas o talentos emergentes como Hugo Ekitike del Eintracht Frankfurt o el prometedor Tyler Dibling del Southampton. Sin embargo, en las últimas horas, un nombre proveniente de la propia Premier League ha cobrado una fuerza inesperada.
Ollie Watkins: ¿El Deseado por Amorim?
Según reportes recientes, el Manchester United está “considerando seriamente” lanzar una ofensiva por el delantero del Aston Villa, Ollie Watkins. Curiosamente, el Arsenal también lo tiene en su agenda, pero parece que en las oficinas de Old Trafford, Watkins es visto como un “objetivo prioritario”.
Esta preferencia se alinea perfectamente con la filosofía que, se dice, quiere implementar Ruben Amorim: apostar por jugadores con experiencia probada en la Premier League. Watkins, con su trayectoria en la liga más competitiva del mundo, encaja como anillo al dedo en esta visión, junto a otros perfiles como Cunha y Mbeumo. El objetivo es claro: traer estrellas “listas para rendir”, capaces de impactar de forma inmediata y no necesitar un largo periodo de adaptación.
A sus 29 años (aunque, bueno, no tardará en cumplir los 30, un pequeño detalle que no escapa a la vista de los más pragmáticos), Watkins ha demostrado ser un atacante fiable y con un rendimiento constante para el Aston Villa. Su historial goleador es más que respetable: 87 goles en 223 apariciones para los `Villans`. Además, su reciente gol de la victoria para Inglaterra en la semifinal de la Euro 2024 contra Países Bajos (¡vaya momento para aparecer!) subraya su capacidad para brillar en grandes escenarios.
Expertos del fútbol inglés, como Danny Murphy, no escatiman en elogios. Murphy lo ha descrito como un jugador “formidable”, destacando cómo ha mejorado bajo la dirección de Unai Emery y cómo la competencia interna, incluso con la presencia de Jhon Duran, eleva su nivel. “Simplemente parece un jugador que está completamente cómodo consigo mismo y con lo que hace bien”, señaló Murphy, resaltando esa confianza en su juego.
Sin embargo, como mencionábamos con cierto, ejem, “rigor técnico”, la cuestión de la edad es un factor a considerar. Fichar a un jugador que roza la treintena por una cifra previsiblemente alta (su salario actual ya es considerable, unos 130.000 libras semanales) siempre plantea el riesgo de que su pico de rendimiento esté a punto de pasar. ¿Vale la pena la inversión a largo plazo o es un movimiento más enfocado en el rendimiento inmediato, aceptando que no será una pieza angular por muchos años?
Quizás, desde una perspectiva puramente futurista, Amorim y el United podrían inclinarse por una opción más joven para liderar la línea ofensiva en los próximos años. Pero, siendo honestos, la adquisición de Watkins, aunque quizás no sea un fichaje para una década, difícilmente sería una mala jugada para las próximas dos o tres temporadas, aportando ese gol y esa experiencia que el equipo tanto necesita.
En definitiva, el puzzle de la delantera del Manchester United está lejos de completarse. Ollie Watkins emerge como una pieza tentadora, encajando en la visión de Amorim de traer talento de la Premier League, pero su edad añade un interesante (y costoso) matiz a la ecuación. El mercado de fichajes es un juego de ajedrez, y el United parece estar moviendo sus piezas con un claro objetivo en mente.